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¿En cuánto tiempo se correrían hoy día los 100 metros planos, la competencia más llamativa e imponente de los Juegos Olímpicos si todos los atletas que han pasado por ella, no creyesen posible romper cada vez más el record?

Y así podríamos seguir haciéndonos preguntas con cada gran o pequeño logro humano que haya impactado positivamente nuestra civilización.

Natural y definitivamente, nuestra realidad y nuestro mundo serían completamente diferentes a como lo disfrutamos hoy.

Persistir es un arte. Tal vez sea uno de los más complicados porque porcentualmente hablando no son muchos los seres humanos que hayan moldeado nuestra realidad cotidiana gracias al arte de persistir.

El ejemplo que se ha comentado por años se relaciona con el hecho de que no tendríamos luz si Thomás Alva Edinson no hubiese intentado crear la bombilla más de un millón de veces.

Hay que estar muy decididos para llegar a tener números como esos en los intentos de cualquier índole.

Esta es una verdad que afecta a todas las áreas de la vida, en las guerras, en los deportes, en los estudios, en las innovaciones, en todo se halla omnipresente este concepto al cual muchos no le prestan atención ni reparan en ello.