Barranquilla está cambiando su cara y esto no significa solo que dejó de darle la espalda al río para verle de frente sino que está trabajando fuerte por canalizar los arroyos que se forman cada vez que llueve, un dolor de cabeza para la ciudad que cuando se desata deja tragedias en las familias.
De acuerdo con la página web arroyosdebarranquilla.co, que se encarga de hacer seguimiento a estos afluentes urbanos, son más de 90 personas las que han perdido la vida por culpa de las corrientes súbitas de agua.
Aunque en muchas ocasiones se exhortó a la ciudadanía a que fuesen prudentes con las fuertes corrientes lastimosamente fueron muchas las personas que estas corrientes se llevaron consigo.
Hoy este capítulo oscuro de la historia de Barranquilla se está cerrando gracias a los trabajos de canalización que se están realizando en diferentes sectores de la ciudad.
El alcalde de la ciudad, Alejandro Char Chaljub, anunció que en lapso de tiempo aproximado a los cuatro meses el arroyo de la 21 desaparecerá.
Son muchas las calles que han sido intervenidas con éxito para acabar con esta problemática, por ejemplo desde el 2016 el arroyo de la 84 pasó a la historia.
Hoy se está trabajando de manera ardua para darle fin al arroyo de la 76, aunque las obras han causado inconvenientes con la movilidad, los barranquilleros son conscientes de que si estas obras no se estuviesen llevando a cabo seguirían las noticias de los carros y la gente arrastradas por las corrientes.
'Si no existieran esos trabajos estuviéramos con las noticias de vehículos y personas arrastradas por los arroyos', asegura el mandatario de los barranquilleros.
El secretario de Obras Públicas, Rafael Lafont, también reconoce el gran paso que está dando la ciudad para mitigar el problema de los arroyos y asegura que las obras presentan un gran avance.
El funcionario se refirió a los avances en el arroyo de la 59 que está muy cercano a la universidad Simón Bolívar, reconoce que ya el tramo que falta no es muy caudaloso, pero invita a la ciudadanía a que mantenga la prudencia.
'Estamos bastante avanzados. Este arroyo específicamente tiene dos kilómetros 300 metros, cinco frentes de trabajo y en el punto de las carreras 45 y 46 con la calle 62. El primer arroyo que prácticamente termina su canalización es el de la 65. Sin embargo, en ese punto de la calle 59 entre carreras 53 y 58 tuvimos un problema por unas tuberías que tuvimos que importar y ya están llegando para instalarlas y dejar terminado el pavimento', manifestó Lafont.
La ciudad se encuentra en un momento crucial en el que está mostrando una gran cara al mundo en materia de obras de infraestructura.
Los barranquilleros también se encuentran felices por los trabajos y ven con buenos ojos que dentro de pocos meses la ciudad le diga adiós a una problemática que le ha causado tantas penas desde hace tanto tiempo.
Una Barranquilla sin arroyos es una maravilla, que está pronta a convertirse en una realidad.