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En las anteriores columnas hemos destacado las cualidades y competencias claves de un líder y hoy queremos concentrarnos en esa capacidad que todos tenemos para hacer que las cosas pasen.

Hemos mencionado sobre la importancia de visionar y definir una estrategia y de comunicarla acertadamente.

Sin embargo es, sin lugar a dudas, determinante que adicional a lo anterior, el líder sea capaz de ejecutar la estrategia.

La ejecución tiene que ver con resultados y para alcanzarlos vamos a mencionar algunas recomendaciones para poner en práctica:

Establezca prioridades claras a sus equipos de trabajo y frente a metas propias.

Operacionalice la visión y los objetivos, traduciéndolos en proyectos concretos con acciones planificadas que le permitirán alcanzarlos.

Simplifique las cosas para que otros puedan entenderlas.

Mantenga la disciplina, ello implica ser respetuoso de los plazos y mantener un ritmo constante de trabajo que permita garantizar el logro de las metas en el tiempo establecido.