Quién escucha de Barranquilla tendrá una infinidad de referentes para reconocer la importancia de está ciudad, pero solo quienes viven de las cosas más tangibles y cercanas, como sus lugares, su comida, su cultura, pero sobre todo el calor humano de su gente, pueden entender la razón del crecimiento y desarrollo que vive actualmente.
Para Alejandro Blanco, historiador y doctor en ciencias políticas, es normal que se reconozca al barranquillero como alegre, carnavalero y buen bailador, pero es importante que también se destaque como el principal actor de progreso.
Para el experto, es importante no dejar a un lado dentro de la historia de la ciudad, los momentos que marcaron un antes y un después en los diferentes sectores sociales y que hicieron del 'quillero' una persona cargada de resiliencia y emprendimiento.
'En medio de un país que ha vivido tantos episodios de dificultades, Barranquilla no ha sido ajena y su gente es prueba de superación, a esto se le debe en gran parte el buen momento de la ciudad', explica Blanco.
El historiador Jorge Villalón considera que la tenacidad de los Barranquilleros ha sido parte de ellos desde años atrás.
Gracias a su conocimiento explica que antes de la invasión en Barranquilla, el español Pablo Morillo empezó en 1815 a avanzar con sus tropas, y envió una carta a las autoridades cuando ya la ciudad había sido erigida en Villa en 1813, para que estos se rindieran.
Sin embargo, los barranquilleros se unieron y respondieron la carta, con una fuerte resistencia a pesar de la superioridad de los españoles que contaban con una gran fuerza militar. La carta la escribieron el 23 de abril de 1815 y la firmaron así: Barranquilla de Colombia, quinto de nuestra República.
'La palabra Colombia, según los datos que se han conocido, aparece por primera vez el 23 de abril de 1815 en una carta de los patriotas barranquilleros de negarse a entregar la plaza', explica Villalón.
Con lo anterior el historiador supone que lo que hoy es Barranquilla se debe a qué el mismo barranquillero ha forjado una historia de lucha y superación.
Actualmente atravesamos una crisis por un virus que amenaza la tranquilidad de los barranquilleros y colombianos en general.
Sin embargo, esta situación ha dejado ver a una ciudad que no se deja ganar del temor y que ha comenzado a responder oportunamente al llamado de las autoridades.
Una situación que nuevamente rompe con esa imagen de vacilador y recochero, mostrando a habitantes comprometidos con el bienestar colectivo y dejando claro que la solidaridad también hace parte de la carta de presentación de los barranquilleros.