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John R. Holt

Hace 14 años, perdimos a nuestra Mamá Adelina Chapman de Holt, y un día antes de cumplirse exactamente esos 14 años perdimos a Papá. Sé que Papá estaba esperando exactamente ese día para encontrarse con nuestra Mamá, pero creo que las matemáticas le fallaron por ser este un año bisiesto.

Me equivoco al decir perdimos, porque no los vemos más físicamente, pero realmente los sentimos más dentro de nosotros.

Pero, ya está ahí, no sé dónde, pero sé que esta junto a aquella persona que forjó una vida en esta tierra y que con esfuerzo, cariño y tesón tuvieron 5, de los cuales quedamos cuatro, hijos: Blake, Johnny, Edward y Jose, y que a todos nos forjaron con características, genios y temperamentos diferentes pero que siempre respetaron y nos apoyaron hasta el último día de sus vidas.

Hablar de John Holt, es para mí redundar en aquellas palabras y comentarios que yo personalmente recibí y que sé que mis hermanos también recibieron y seguimos recibiendo al toparnos con aquellas personas que papá conoció, trató y ayudó a lo largo de su estadía en esta tierra y que al final llegamos a la misma historia que podemos resumir en tres grandes palabras: Cariño, respeto y admiración.

Las últimas noches que compartí con papá en la cama del hospital y con sus ojos mirando y preguntando la hora a cada momento entendí que Papá, a pesar de nuestros pensamientos y juzgamientos de no haber querido tratarse la enfermedad que lo llevó al final de su estadía en esta tierra, por el contrario, encontró el camino que Dios le dio para terminar con esa soledad de 14 años y encontrarse con Mamá.

Papa y yo, una de esas noches, nos hicimos una promesa, y yo por mi parte trataré de cumplirla en este espacio y sé que desde donde el este la cumplirá, así como yo sé que juntos los dos desde donde estén seguirán abogando por sus hijos en esta tierra como lo hicieron hasta sus últimos días.

Papa salúdame a Mamá y Descansa en Paz.

Los Quiere por siempre.

Tu hijo Edward Holt.