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La educación superior y la formación continua son bases del éxito profesional para cualquier persona. Por eso, las universidades colombianas no han sido ajenas a los desafíos que la pandemia de la COVID-19 ha traído consigo y varias han anunciado beneficios económicos en busca de garantizar el acceso del estudiantado a las aulas en el segundo semestre del año.

'Hay un trabajo muy grande con nuestros profesores para garantizar la flexibilidad del sistema educativo y la comprensión, desde un enfoque solidario, de la situación que pueden estar pasando nuestros estudiantes', aseguró Sonia Falla Barrantes, vicerrectora Académica de la Universidad Simón Bolívar, una de las universidades de la región Caribe con los mejores indicadores de investigación del país, según el último ranking DTI-Sapiens.

Sumado a que la virtualidad es el nuevo escenario del aprendizaje, los centros de enseñanza han dispuesto alivios financieros de diversa índole para programas de pregrado, posgrados, técnicos y tecnológicos, cursos de idiomas, valores de matrículas e incluso derechos de grado.

Unisimón, por ejemplo, estructuró un paquete de ayudas en favor de su comunidad estudiantil, la cual en un 92% pertenece a los estratos 1, 2 y 3. La decisión está oficializada en dos acuerdos de la Sala General de la institución que, entre las disposiciones, definió la gratuidad en las inscripciones de pregrados y posgrados, además de becas de solidaridad. La información completa, incluyendo las condiciones y restricciones, puede consultarse la página unisimon.edu.co.

Financiamiento y tecnología

Las inversiones estratégicas de Unisimón tienen un solo propósito: una formación de alta calidad de sus estudiantes de pregrado y postgrado, al tiempo que pretenden reducir la deserción en los diferentes programas.

Los recursos destinados superan los $54.400 millones, distribuidos así: $10.303 millones en becas de solidaridad para matrículas 2020-2; $2.116 millones en derechos de grado, cursos de idiomas, minor y preparatorios; y $41.988 millones para financiamiento estudiantil en créditos directos e indirectos.

'Estos apoyos financieros, sumados a becas y descuentos, se han organizado para asegurar la matrícula de todos y que ningún estudiante quede por fuera del sistema educativo, si lo podemos apoyar', destacó la vicerrectora Académica, Sonia Falla.

Esas inversiones están complementadas con otras, que totalizan $4.358 millones, en tres frentes: apoyo tecnológico a estudiantes, con la adquisición de computadores portátiles y planes de datos; en la Facultad de Ciencias de la Salud, la compra de dos plataformas para prácticas mediadas; e infraestructura tecnológica, por medio del fortalecimiento del sistema de información institucional para apoyo al desarrollo de actividades académicas virtuales, adecuación de salones con tecnología para clases con alternancia –en los casos que se requieran– y servicios de internet y telecomunicaciones.