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La pandemia del coronavirus tomó de sorpresa al mundo. Cartagena estaba disfrutando una temporada turística, especialmente internacional, cuando estalló la crisis. Y se vino lo peor. Los contagios aumentaron y las autoridades decretaron una cuarentena rigurosa y desarrollaron campañas pedagógicas para detener la ola que amenazaba con llegar a índices devastadores.

Fueron varios meses de lucha, mientras la ciudadanía se iba concientizando de que el virus no era un juego. Las restricciones, el uso de tapabocas, las asistencias humanitarias y las inversiones en hospitales y clínicas dieron resultados que salvaron vidas.

La Administración fue la primera en el país en decretar estados de excepción. El Gobierno local con el Comité de Gestión del Riesgo, entidad conformada por entidades del orden público y privado, activó el Puesto de Mando Unificado (PMU) permanente para hacer un seguimiento de la enfermedad.

El 11 de marzo se tomó la decisión de suspender el ingreso de cruceros a la ciudad temporalmente, medida que se mantiene a la fecha. El alcalde William Dau adoptó medidas, entre ellas, prohibir el parrillero en moto, el cierre de playas y los sitios turísticos. Se restringió el ingreso al Castillo de San Felipe, las fortificaciones, los establecimientos comerciales en los baluartes y se prohibió la circulación de las chivas turísticas.

Medidas drásticas que dieron resultados y, al cabo de los meses, la ciudad inició hace unas semanas su reapertura. 'Estamos dando ejemplo al país entero, porque hemos aprendido a portarnos bien, como pueblo a no pendejear, a cuidarnos todos, unos a otros', dijo el acalde Dau, quien, con su equipo redujo el número de muertes, incluso llevándolos a cero fallecidos durante varias semanas.

El Alcalde sostuvo que entre otras estrategias que sirvieron para bajar las cifras de contagio estuvo la de ‘Barrio Heroico’, que consistió en la visita a las comunidades con campañas pedagógicas, lo que llevó a la gente a usar en los barrios los tapabocas, a practicar el lavado de las manos y el uso de gel.

EN BOLÍVAR

En la región bolivarense, entre tanto, el gobernador Vicente Blel hizo alianzas con los alcaldes del Departamento para establecer estrategias que permitieran controlar la expansión del coronavirus. Así fue como se ejecutaron planes de cierres de fronteras, cuarentenas y toques de queda hasta lograr que la curva de contagios bajara.

En una visita a Cartagena, el ministro de Salud, Fernando Ruíz, dio un parte de esperanza ante lo que llamó la buena gestión desarrollada por Blel y su equipo. 'Creo que han tenido la capacidad de anticipar las situaciones que se van a presentar… hemos revisado el proyecto con respecto a la ampliación del hospital Universitario del Caribe, y ya le dimos nuestro aval, la idea es continuar con esta acción', dijo el Ministro.

En cuanto a la disminución de los contagios, Blel dijo que 'a pesar de que las cifras nos llenan de esperanza no bajamos la guardia, por eso desde la Administración Departamental estamos trabajando 24/7 de la mano de cada alcalde municipal y hemos logrado de manera efectiva frenar la velocidad de propagación del virus y aumentar los cercos
epidemiológicos en las poblaciones'.

El gobernador Blel aseguró que por parte del departamento se han invertido más de $2.200 millones en la aplicación del ‘Plan de Acción por la Vida’, en los últimos tres meses.

1'Este plan ha sido consistente en la realización de 25.151 pruebas PCR, en adquisición de insumos y reactivos, contratación, compra de materiales de bioseguridad y protección, entrega de ayudas humanitarias, asistenciales y la implementación de dinámicas logísticas a lo largo de toda la jurisdicción departamental', dijo.

AISLAMIENTO DE BARRIOS EN CARTGAGENA

En Cartagena, el aislamiento de sectores fue otra medida acertada. A mediados de mayo, por orden del Ministerio del Interior, en Cartagena fueron aislados los habitantes de los barrios Nelson Mandela, Olaya Herrera, Pozón, La Esperanza, San Fernando y La María, zonas donde se había disparado la pandemia.

'Una vez estos sectores fueron aislados, aplicamos intervenciones dirigidas y atenciones domiciliarias; es decir, identificamos los contagios y realizamos pruebas a todo el núcleo familiar y en cinco cuadras a la redonda. Todo en articulación entre el Dadis y las EPS', explicó Johana Bueno, directora del Dadis.

Piloto en llegada de vuelo internacionales

La directora de Fenalco, Mónica Fadul, dijo que, en Cartagena, el comercio formal actuó 'con la debida diligencia y el cuidado' frente a la pandemia. 'Desde los inicios mismos de la crisis, la actividad estuvo dirigida a formular e implementar protocolos que aseguraran la tranquilidad tanto de la autoridad como de los ciudadanos, frente al
desarrollo de las mismas', dijo.

Agregó que celebra que desde la Administración Distrital se trabaje en un plan de reactivación económica y social y que una de las primeras tareas sea la valoración del impacto de la COVID-19, de cara la definición de las líneas de recuperación del tejido social y empresarial.

'La ciudad, gracias al esfuerzo público y privado, pudo ser piloto en la llegada de vuelos internacionales, reconocimiento que hizo el Gobierno Nacional a los esfuerzos sostenidos por actualizar las condiciones de seguridad para nuestros visitantes por turismo o negocios, inclusive para efectos de reunificación familiar que quedó en suspenso con el cierre de las fronteras', dijo.