El otrora conocido como ‘hospital de los pobres’, antes llamado Hospital Universitario de Cartagena, HUC, y hoy Hospital
Universitario del Caribe, HUC, ha vivido, a través de la historia, su propia tragedia por los malos manejos, cierres y
R.eaperturas cíclicas. Tuvo su época de gloria cuando se convirtió, en sus inicios, en el principal hospital de la región
Caribe, con diez pisos funcionando plenamente y ubicándose a la vanguardia de la medicina investigativa. Tras años de
desgreño administrativo y corrupción, el HUC pareció morir y luego resucitar de entre sus cenizas. Hoy por hoy, en
tiempos de pandemia, se convirtió en el centro de atención para tratar y salvar la vida de los contagiados por el
coronavirus. Se estima que un 80% de la población infectada atendida ha logrado su recuperación.
De acuerdo a sus directivos, el HUC ha invertido recientemente cerca de $650 millones para adquirir elementos de
protección personal para el equipo de médicos, enfermeras, terapistas y demás profesionales que están en la primera
línea de atención del virus, y también para el personal administrativo.
Instituciones y empresas públicas y privadas entendieron que era fundamental y urgente invertir en el HUC para ganarle
la batalla al virus que azota al mundo. Fue así como se aceleró la donación de batas de bioseguridad, caretas,
monogafas, guantes, tapabocas y demás artículos que el personal requería para brindar sus servicios a los pacientes.
También se inició un proyecto para ampliar la capacidad de la oferta y el número de camas disponibles. En tan solo dos
meses, el HUC pasó de 10 camas en UCI a 63 completamente dotadas, que permitieron el incremento de la
productividad en un 600%.
Y no fueron solamente estas donaciones, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Salud, y con apoyo de la
Supersalud, entregó 39 ventiladores mecánicos que posteriormente fueron dotados con todos los equipos biomédicos
por parte del hospital para su óptimo funcionamiento. La Fundación Santo Domingo donó 71 camas, 6 ventiladores
mecánicos y 6 monitores de signos vitales. Por su parte, la empresa Puerto de Cartagena entregó 22 monitores de signos
vitales básicos y 8 ventiladores, llegando así a 80 camas UCI y 12 de cuidados intermedios.
Para llevar a término este proyecto, se hizo necesario adquirir nuevos equipos biomédicos, razón por la que el agente
interventor realizó la compra de camas, monitores de signos vitales entre otros elementos y se fortaleció el talento
humano.
Con el apoyo de la Gobernación de Bolívar se logró la financiación de los pisos 9 y 10, que habían estado inhabilitados
desde que se liquidó el Hospital Universitario de Cartagena en 2003. Estas plantas le brindarán a la comunidad 116
camas (44 para cuidados intermedios y 72 para hospitalización general).
Entre tanto, el Departamento Administrativo Distrital de Salud de Cartagena, Dadis, en convenio con la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), hizo entrega de ventiladores mecánicos para la Unidad de Cuidados Intensivos del HUC.
Este tipo de ventiladores sirven de transporte de los pacientes que están ventilados, cada uno tuvo un valor de $52
millones y son de la marca Vela Vyaire Modelo RS 2015EBC-0013349.
Con la entrega de estos equipos se siguió con la consolidación del HUC como uno de los hospitales referentes a nivel
R.egional para la atención de pacientes de Covid-19.
INVERSION PRIVADA, MODERNO HOSPITAL
Pero quizá, una de las más esperadas inversiones privadas en el sector de la salud, es el nuevo Hospital Universitario
Serena del Mar, ubicado en la zona norte, en la vía al mar, en lo que se convirtió es el nuevo polo de desarrollo turístico
y residencial de la ciudad y que, desde ya es considerado como 'la nueva Cartagena'.
Se espera que este moderno hospital abra sus puertas e inicie su atención en urgencias y en sus especialidades de
cuidado crítico, oncología, cirugía, salud materna y neonatal, y apoyos diagnósticos.
Este complejo hospitalario contará inicialmente con 158 camas de hospitalización y unidades de cuidado intensivo para
R.ecién nacidos, niños y adultos, salas de cirugía y salas especializadas para procedimientos específicos como
hemodinamia e intervencionismo. Estará dotado con tecnología de GE Healthcare y albergará.
El hospital también tendrá su instituto propio especializado en oncología, donde se realizarán tratamientos de
quimioterapia y radioterapia, y contará, además, con un acelerador lineal de última tecnología, único en América del
Sur.
Este moderno centro ofrecerá los servicios de Emergencias y trauma, Hemodinamia e intervencionismo, Ortopedia y
traumatología, Neurología, Ginecoobstetricia y reproducción humana, Medicina crítica y cuidados intensivos, Pediatría y
subespecialidades. Igual, Medicina interna y subespecialidades como: cardiología, endocrinología, infectología,
neumología, nefrología, reumatología, fisiatría, entre otras. Asimismo, en Cirugía pediátrica, vascular, general y
especializada, metabólica y de la obesidad, cardiovascular en adultos y pediátrica, y hepatobiliar, como en Urología y
Dermatología.
El nuevo centro hospitalario tiene el respaldo de la Fundación Santa Fe de Bogotá y atenderá a pacientes del régimen
contributivo y subsidiado en Colombia, así como a habitantes de la zona norte, otras regiones del país y extranjeros. El
diseño de la edificación cuenta con un área de 79.000 m2 y estuvo a cargo Safdie Architects, en asociación con Novus
Civitas.