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¿Por qué para las universidades es importante patentar resultados novedosos de sus investigaciones? Para la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, las universidades son fábricas de la economía del conocimiento y las patentes son un mecanismo para que no solo difundan los conocimientos que generan, sino que estos puedan utilizarse
en los sectores productivos.

En Colombia, de hecho, las Instituciones de Educación Superior han liderado en los últimos años las solicitudes de patentes, de acuerdo con las estadísticas de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).

La Universidad Simón Bolívar no es ajena a esa dinámica, sobre todo desde que en 2016 obtuvo la acreditación de alta calidad por parte del Ministerio de Educación. Su director de Innovación, Fredy Sánchez Merino, comenta que la decisión está impulsada no solo por reconocimiento, sino también por la especialización de sus 44 grupos de investigación y la adecuación a los lineamientos del Ministerio de Ciencias y la SIC para participar en convocatorias.

'Desde la Vicerrectoría de Investigación, Extensión e Innovación se ha creado la Dirección de Innovación, que se encarga, entre otras cuestiones, de establecer e implementar nuevas políticas de propiedad intelectual', explica el abogado especialista en patentes.

Una de las políticas consiste en un modelo de registro, vigilancia e identificación de materia patentable, desarrollado con aliados con el fin de analizar cuáles resultados científicos podrían merecer la protección. Este año, dos propuestas de Unisimón en los campos de la medicina y la biogenética obtuvieron patentes: un recubrimiento antibacteriano de uso industrial y una técnica para diagnosticar y monitorear la nefritis lúpica.

Contra las biopelículas bacterianas

​El recubrimiento creado evita la formación de biopelículas bacterianas en superficies. El título registrado es ‘Recubrimiento antibacteriano que comprende una dispersión de nanopartículas metálicas y/o magnéticas funcionalizadas con grupos hidroxilo, amino, carboxilo o tiol unidas a péptidos derivados de bacteriófagos’.

Sus inventores son Antonio Acosta Hoyos, PhD.; Nataly Galán Freyle, PhD.; y Jorge Leyva Rojas, PhD., profesores de la Facultad de Ciencias Básicas de Unisimón, quienes resaltan que su propuesta tiene aplicación inicial en las industrias de alimentos y dispositivos médicos.

La SIC determinó que tiene nivel inventivo porque no se había patentado un recubrimiento antibacteriano de esta clase. Acosta, Galán y Leyva aportaron evidencia de su efectividad: inhibió el crecimiento de cultivos de bacterias E.coli colocados en láminas​ ​de vidrio​, durante 6, 12 y hasta 24 horas.

Consiste en una preparación líquida de nanopartículas que recubriría la superficie al fijarse en el área elegida. Además, es funcional: dependiendo de la superficie y el potencial riesgo que se quiere impedir, se elige el compuesto: hidróxilo, amino, carboxilo o tiol. El grupo molecular elegido se une con péptidos, que en este caso fueron extraídos de
bacteriófagos (virus que infectan bacterias) presentes en la naturaleza.

'Es muy complicado trabajar esas biopelículas bacterianas con medicamentos, dado los altos niveles de resistencia en estas comunidades bacterianas y posibles efectos secundarios en la persona o el producto', explicó Leyva, PhD. en Biología con posdoctorado en Ingeniería de Proteínas.

'Así mismo –agregó– en el caso de dispositivos médicos o alimentos, en un tubo o un tanque, la barrera de polisacáridos (carbohidratos complejos) en las biopelículas, terminan siendo un problema en una clínica o una empresa de alimentos, que requieren de asepsia para todos sus procedimientos'.

Diagnosticar y monitorear la nefritis lúpica

Esta patente constituye una nueva alternativa en el diágnostico y monitoreo de la nefritis lúpica, mediante procedimientos no invasivos. Se denomina ‘Métodos in vitro para el diagnóstico y monitoreo del daño renal en pacientes con lupus eritematoso sistémico empleando una combinación de microRNAs circulantes’.

Los creadores son Gustavo Aroca Martínez, médico internista y nefrólogo, PhD. en Investigación y Docencia, y los biólogos Elkin Navarro Quiroz y Lisandro Pacheco Lugo. Los tres son profesores y miembros del Grupo de Nefrología de Unisimón, categoría A1 del Minciencia y con la más alta calificación nacional en su área.

'Demostramos que estos cinco microRNAs, presentes en fluidos biológicos, pueden ser usados para diagnosticar la nefritis lúpica de forma temprana, con una muy buena sensibilidad y especificidad, disminuyendo el riesgo que trae la biopsia renal', explica Navarro, PhD. en Biomoléculas y líder en innovación del MIT.

El método es innovador porque no exige tomar una fracción del riñón (biopsia renal), sino que analiza un conjunto de cinco microRNAs.

'Queremos utilizar un grupo de pequeñas moléculas de ácidos nucleicos como biomarcadores de daño renal, las cuales pueden ser obtenidas en procedimientos sencillos como la toma de una muestra de sangre, orina o saliva', destaca Pacheco, PhD. en Bioquímica y Biología Molecular. 'Pretendemos que estos pacientes con nefritis lúpica no tengan que
sufrir biopsias renales sucesivas para monitorear la evolución del daño renal'.

Los investigadores aseguraron que su técnica abre la posibilidad de descubrir si otras moléculas microRNAs tienen utilidad en el tratamiento de otras patologías.