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Cerro Matoso fue una de las pocas empresas que no paró durante la pandemia, dijo el presidente de la compañía, Ricardo Gaviria al señalar que suspendieron algunas operaciones no fundamentales, pero a los 15 días ya estaban operando. Se anticiparon a los decretos y protocolos que definió el gobierno nacional, de tal manera que cuando el gobierno los decretó ya ellos los tenían implementados.

En el Ciclo de Entrevistas #ReactivarMineríaEs, organizado por EL HERALDO y moderado por la directora de EL HERALDO, Erika Fontalvo , el presidente de Cerro Matoso señaló que trabajó de la mano de Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, la gobernación, los alcaldes municipales e incluso de la universidad Cesa, con el manejo del Covid-19 y siguieron operando como si nada hubiera pasado.

'Hace tres semanas tenemos 1.300 contratistas trabajando en el mantenimiento y tenemos contratistas de Brasil, Canadá, Sudáfrica y Estados Unidos, hemos sido un motor importante para la reactivación de la economía del bajo San Jorge, y de la zona de Córdoba y del Caribe colombiano', expresó.

Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, destacó que 'la minería de níquel en Cerro Matoso ha sido un estabilizador social y económico de la región, una compañía establecida con un importante número de empleados del departamento y del municipio, donde sus encadenamientos productivos con pequeñas y medianas  empresas, tanto en Córdoba como en Tierralta, los aportes sociales y ambientales son un estabilizador social.

Recalcó que la empresa minera cuando se establece en un territorio es un estabilizador social de la mayor importancia y un generador de institucionalidad. 'Esta es una de las minas de níquel más importantes del mundo, ese níquel que Ricardo se levanta a extraer todas la mañanas de manera responsable con los más de 2 mil trabajadores sirve para hacer infraestructura duradera, puentes, aeropuertos, casas de interés social, hospitales en todo el mundo y eso lo que termina generando es desarrollo y bienestar en Colombia y en muchísimas partes del mundo, a través de infraestructura necesaria para el bienestar de todos'.

Nariño precisó que, además de ser el segundo generador de regalías en materia minera, ya que primero está el carbón con una parte importante, y el níquel es el segundo con aportes de más de 100 mil millones de pesos anuales en los últimos 5 años, además del estabilizador que es Cerro Matoso para la región, también lo es para equilibrar las finanzas públicas del país.

Sobre las relaciones con la comunidad, Gaviria recordó una experiencia que tuvieron en 2013 con un bloqueo de las comunidades afro, campesinas e indígenas, y cambiaron la forma de trabajar. 'Comenzamos a trabajar de una forma directa con ellos, en un dialogo franco y tratándolos como personas y eso nos llevó a entender que una empresa solo es sostenible si tiene cuatro pilares: 1. Asegurar que sus trabajadores empleados directos o contratistas lleguen sanos y salvos a sus casas; 2. que trabajemos de la mano con el ambiente, 3. que trabajemos articuladamente con las comunidades, que con ellos tengamos un dialogo fluido, plano, permanente y 4. tenemos que generar retorno al Estado colombiano y a los accionistas. Si alguno de esos pilares se cae se nos cae la sostenibilidad del negocio'.

Gaviria agregó 'si nosotros paramos tenemos una comunidad de 80 mil personas que es la cabecera de Montelíbano donde la mitad de esta gente que trabaja en Cerro Matoso quedaría en el aire. Nuestra responsabilidad social es que esto siguiera operando'.

A pesar de la pandemia teníamos que hacer una reparación en abril que vale 50 millones de dólares, la pospusimos y empezamos a articular los protocolos para poder hacerla y ahora tenemos una serie de personas de diferentes sitios del mundo que están trabajando y básicamente le ha dejado a nivel local en bienes y servicios una cifra alrededor de 30 mil millones de pesos, esto en época de pandemia es un logro tremendo y es un motivos para que continuemos trabajando aún con el Covid-19', añadió el presidente de Cerro Matoso.

Indicó que con las comunidades tienen excelentes relaciones, 'hace unos meses desarrollamos unas consultas previas, y desarrollamos 25 procesos participativos con comunidades cercanas a la operación tanto comunidades indígenas, afro y juntas de acción comunal y estamos cumpliendo nuestros acuerdos'.

 El presidente de la Asociación Colombiana de Minería dijo que  ese es el punto fundamental en cualquier relación entre una compañía del sector privado y las comunidades del entorno, pero más relevante aún en el sector minero. 'Creo que  las compañías mineras colombianas han en estado transformando el relacionamiento que tienen con las comunidades y la clave es sentarse en una mesa, mirarse a los ojos y dialogar de una manera transparente.

La segunda clave. –aseveró- es hablar con las comunidades, con los que sienten la operación, estar en sus casas tomándose un tinto y sintiendo lo que las comunidades sienten en el día a día y no dar espacio a otros interlocutores que son muy complejos cuando están en la mitad de unas relaciones, organizaciones no gubernamentales con intereses muy particulares, organizaciones que se escudan en la defensa ambiental, pero que tienen interés político o ideológico. 'Creo que la segunda clave es que debemos todos los colombianos con conversaciones honestas, directas, alejar esos oportunismos políticos e ideológicos que le están haciendo daño a la minería, pero también al país'.