1. Ajuste sus gastos a su nueva vida: si tiene una familia y es uno de los aportantes, la situación, aunque difícil, puede ser más llevadera. A pesar de ello, debe sentarse y revisar concienzudamente cada uno de sus gastos. Elimine aquellos que son suntuarios o prescindibles. Por ejemplo, suscripciones a plataformas de películas o música, el gimnasio, salidas a comer, entre otras.
2. No gaste la liquidación o indemnización de manera inmediata: si recibió dinero en efectivo derivado de la liquidación o la indemnización, intente ahorrarlo o no gastarlo en artículos suntuarios, o no invertirlo completamente en una sola actividad.
3. Sea emprendedor: el despido también trae oportunidades. En este caso puede iniciar su propia empresa, pero sea precavido no inicie proyectos muy ambiciosos que puedan conducirle a tomar créditos muy altos o a invertir una parte significativa de su capital. Busque asesorías.
4. Los bienes son para solucionar males: en caso de que lleve varios meses sin empleo y requiera responder a sus acreedores o suplir sus gastos básicos, recomendamos liquidar alguno de sus bienes. Puede empezar por el más pequeño como su vehículo, o por aquel que le acarree mayores gastos. En todo caso, resguarde bien los recursos monetizados.
5. Recurra a sus cesantías en caso de emergencia: recuerde que después del despido, puede solicitar a su fondo de cesantías el uso de los recursos, por retiro de la entidad. Inviértelos sabiamente, y no los utilice en bienes o actividades que no son imprescindibles.
6. Sea claro con su familia: no oculte ni a su esposa ni a sus hijos la nueva situación por la cual está atravesando. Busquen entre todos salidas y alternativas para reducir los gastos u obtener nuevos ingresos.
7. Deshazte de las deudas: si tiene pasivos asociados a bienes que no son necesarios, tales como tarjetas de créditos, vehículos, membresías, entre otros, liquide aquellos que sea posible y haga abonos para terminar de pagar cuanto antes y evitar los gastos en intereses.