La economía del departamento del Cesar se fundamenta en su vocación agroindustrial y minera, pero al mismo tiempo en los últimos años grandes empresas del sector de la construcción y la manufactura han apostado por un desarrollo sostenible y seguro en un territorio que está atrayendo cada vez más inversión en el entorno de la reactivación que se está dando en todo el país tras la embestida de la pandemia.
Megaproyectos como el Centro Cultural de la Música Vallenata, la construcción de los escenarios deportivos del Centro de Alto Rendimiento (antigua Villa Olímpica), la infraestructura universitaria en la Universidad Popular del Cesar, el CDT Pesquero y Ganadero, la vía Aguas Blancas - Codazzi, entre otros, han reactivado la industria de la construcción y toda su cadena de valor. Se ha incentivado la producción de insumos y materiales de construcción, la maquinaria amarilla y de infraestructura física, el material de arrastre, la cementera, la industria textil, y muchas otras en las que se requiere de mano de obra masiva.
Hay un aspecto que impacta considerablemente el sector industrial y es la actividad agropecuaria por lo cual la administración departamental del Cesar ha puesto en marcha el megaproyecto Células de Desarrollo Agrícola, AgriCel.
Se trata de una estrategia que se perfila como la primera política pública del país con tecnología de punta para la reactivación integral del campo, mediante la irrigación de cultivos bajo el sistema de pivote central, con modelos de asociatividad para generar productividad, competitividad, empleos e ingresos.
Con ello se busca mejorar la disponibilidad y el manejo del recurso hídrico en épocas de sequía, a través del aprovechamiento de las zonas potenciales de agua subterránea en reservorios.
En zona rural del municipio de San Diego se dio inicio a la primera AgriCel que busca irrigar 400 hectáreas para 49 beneficiarios con una inversión de $122 millones por familia, alcanzando una inversión total en la vereda El Toco de $6.000 millones. La meta en todo el Cesar es irrigar 7.500 hectáreas.
La otra gran actividad industrial de gran escala que sostiene la economía cesarense es la minería. En ese aspecto el departamento ha experimentado un cambio importante en su estructura económica en los últimos años.
Como resultado de la explotación de los yacimientos de carbón en el centro del Cesar, se ha dado un ascenso del sector minero en su economía y aun cuando se considera que esta actividad posee eslabonamientos débiles con las otras actividades económicas, su desarrollo tiene efectos importantes en el crecimiento de la economía a través de la generación de divisas y como fuente de recursos fiscales.
A nivel local, las regalías se convierten en la herramienta que permite articular la minería con el resto de la economía, por lo cual la idea no es descartar un desarrollo basado en minería, sino resaltar la importancia de la correcta administración de los ingresos mineros por parte de los administradores locales, una prioridad de la política pública cesarense para el desarrollo de proyectos que generen activos en el departamento.
La historia del carbón en el Cesar se remonta a los años 80, cuando los habitantes del municipio de La Jagua de Ibirico descubrieron depósitos de este mineral que fue usado como combustible para sus estufas.
La primera empresa en extraer carbón de manera profesional fue Carbones del Caribe, sin embargo, Drummond Ltd. fue la que abrió la primera mina a cielo abierto (explotaciones mineras que se desarrollan en la superficie del terreno) en el departamento, denominada Pribbenow, ubicada cerca del corregimiento de La Loma en el municipio de El Paso.
De hecho, la Drummond Ltd es la más importante del departamento con una participación del 62,75 % de la producción total, en donde el proyecto El Descanso, ubicado en los municipios de Becerril y Agustín Codazzi, es el que mayor potencial presenta con una producción de 23.1 millones de toneladas aproximadamente para el 2019, es decir antes de la pandemia.
Las otras empresas presentes en el departamento son C.I. Prodeco S.A, Carbones de la Jagua S.A y Consorcio Minero Unido S.A, las cuales conforman el Grupo Prodeco y son filiales de Glencore, multinacional Suiza dedicada a la compraventa y producción de materias primas y alimentos alrededor del mundo.
Además, se encuentra Colombian Natural Resources (CNR), que fue adquirida en 2015 por la empresa estadounidense Murray Energy Corp, la compañía carbonífera privada más grande de Estados Unidos.
Para la región Caribe, la explotación carbonífera en el Cesar es una fuente de recursos por diversos conceptos que ha traído grandes beneficios a las comunidades de influencia de los yacimientos, donde han mejorado su calidad de vida cientos de familias.
La proyección hacia futuro es mantener estas fuentes de bienestar y seguir brindándoles las condiciones para que puedan seguir generando progreso y desarrollo en un departamento con tantas cosas y gente buena para ofrecer.