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Durante la undécima edición del foro virtual Debates Caribe Agro, organizado por EL HERALDO en alianza con Agrosavia, Monómeros y Triple A, expertos trataron temas sobre seguridad alimentaria, inversión extranjera y exportación para el desarrollo agroindustrial, al igual que de la apuesta por los negocios verdes y sostenibilidad.

En lo relacionado con la tema de seguridad alimentaria, la pandemia dejó como experiencia la necesidad de garantizar la misma, especialmente en las poblaciones más vulnerables o afectadas.

Para Rafael Mejía López, empresario e inversionista con énfasis en el sector agroindustrial, lo primero es entender que el agropecuario es un sector que hoy es el agroalimentario para un país como Colombia, debido a que empieza una nueva presidencia con una importación desbordada en alimentos.

Según el empresario, más del 33% de lo que se consume diariamente es importado y se consume de forma directa, como por ejemplo el trigo, el pan, o en forma indirecta como el maíz, la soya, así como los concentrados para la porcicultura, agricultura, lechería especializada.

'Esto nos da una ruta que no es solo sustituir importaciones sino incrementar las vigente y mirar hacia el futuro qué es lo que se debe hacer. No solo el sector privado, como sector productivo, sino también el sector en general del gobierno y del enfoque del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural', dijo Mejía López.

Reducción de la pobreza

Juan Daniel Oviedo Arango, economista y director General del Dane, señaló que es importante recordar que desde la perspectiva de dicho ente se tienen dos aproximaciones que permiten establecer los riesgos en materia de seguridad alimentaria.

Una de las aproximaciones, siguiendo las recomendaciones de la FAO (La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), está asociada con la cuantificación de una canasta básica alimentaria que garantice 2.100 calorías al día por persona.

'En el primer y segundo semestre de 2021 tuvimos uno de los encarecimientos más importantes que ha tenido la línea de pobreza extrema, por lo que se requiere por persona 176.762 pesos en promedio, dentro de todo el país'.

Esto, afirmó Oviedo Arango, rápidamente ha generado, como se vio en pandemia, un quiebre y un retroceso muy importante en materia de incidencia de la pobreza extrema en el país, con el 12.2 por ciento de población en situación de pobreza extrema, por lo que el país, asegura, ha retrocedido más de una década (aproximadamente 13 años) en la reducción de la pobreza extrema.

También considera que se debe pensar en el sector agropecuario en Colombia con ese enfoque agroindustrial, y agroalimentario que diseñe unas estrategias claras que permitan hacer realidad esa puesta en marcha de nuestra capacidad potencial productiva agroalimentaria.

Otra voz

En el mismo sentido se mostró Rommel León Pacheco, investigador máster del Centro de Investigación Caribia, quien dijo que los insumos agropecuarios como insecticidas, fertilizantes entre otros, son la columna vertebral de todo el sistema productivo agropecuario.

'Lamentablemente el músculo técnico que provee al país de estos insumos agropecuarios dependen profundamente de los mercados internacionales, como es el caso de la uria, que es uno de los fertilizantes más importantes que se utiliza para las hortalizas, el banano, plátano, para casi todos los cultivos y es un producto que tiene 46 % de nitrógeno, es un insumo muy importante', aseguró León Pacheco.

Señaló igualmente que a principios y finales del año pasado comparaban los bultos de uria, casi que a mitad de precio o tres veces más económico que lo que se consigue hoy, que desde lo técnico es un producto muy importante para el sector productivo.

'Aparte de la uria, muchos otros productos juegan un papel muy importante, lo que está provocando que la estructura de costos de producción sea cada vez más alta y nos haga pensar realmente como técnicos, como sector productivo. No solamente en que tengamos seguridad en términos de alimentos, sino también en una estrategia que evite depender de productos químicos sino en otros productos que permitan apalancar el tema agrícola del país, como otras estrategias orgánicas, biológicas, de tal forma que no dependamos de la importación de insumos agropecuarios de este tipo', sostuvo.

Recomendó como estrategia para garantizar la seguridad alimentaria, un consumo inteligente de los alimentos.

Preocupación de la FAO

La FAO lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Su objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos, y al mismo tiempo garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana.

Desde ese sentido, Alan Jorge Bojanic, representante del organismo especializado de la ONU en Colombia, observa con preocupación el tema porque desde antes de la pandemia y antes de la crisis en Ucrania ya había una tendencia al aumento del precio en los alimentos.

Pero asegura que en los últimos 12 meses los precios internacionales de las distintas canastas, sea de aceites, granos, frutas o lácteos, han mostrado al menos un 25 % de aumento a nivel internacional.

Bojanic tocó el tema de energía ya que los precios del petróleo se han disparado y con ello la gasolina y el diesel, al menos, dependiendo el tipo de producto, un 30 % de los costos tiene que ver con energía.

'Todo producto debe ser transportado entre ciudades, entre países y todo eso involucra energía, para no hablar de maquinaria agrícola y de los propios insumos que utilizan energía en sus procesamientos', explicó.

Destacó que la energía es fundamental para poder aumentar o disminuir los costos de producción, por lo que las perspectivas de la FAO hacia adelante muestran una tendencia a seguir subiendo los precios, ya que asegura, no es algo que se va a detener o a estabilizar y las familias de bajos ingresos son las más afectadas.

Plantea para garantizar la seguridad alimentaria que se tenga una estrategia clara de una manera coherente, articulada y puesta en perspectiva, acompañada de una reorganización en los presupuestos para fortalecer dichas acciones para que no queden en quedan solo en buenas intenciones.

Un tema de primera línea

En concepto de Francisco Jiménez Uribe, gerente de asistencia técnica y nuevos negocios de Monómeros, la seguridad alimentaria es un tema de primera línea que se ha venido después de la pandemia y que ha cogido una intensidad y una fuerza muy grande, tanto para que para que la sociedad y el mundo entero lo tengan como prioridad, debido a que es una situación básica y necesaria para los seres humanos como lo es la comida.

'No solamente la comida en términos de cantidad, sino también de valor nutritivo. Es muy importante que la sociedad, los gobiernos y todos los entes y los mismos agricultores estemos enterados de cuál es el norte y cuáles son las diferentes estrategias que se deben hacer y tomar a corto, mediano y largo plazo para asegurar un acceso a los alimentos, como por ejemplo de tener unas 2.100 calorías al día', dijo Jiménez Uribe.

Considera que para que se puedan desarrollar esas estrategias deben existir unas políticas muy claras de apoyar a los agricultores, ya que la producción de alimentos tiene que estar muy alineada con el cambio climático.