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Desde agosto del año 2021 varios municipios del Atlántico están jalonando un turismo novedoso: el de los girasoles, una flor majestuosa, que se alza imponente sobre el cielo azul de la Región Caribe, haciendo un contraste impactante que enmarca la belleza y sigue sumando motivos para ser visitada una y otra vez.

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Desde la Gobernación del Atlántico se ha tomado conciencia de la importancia de desarrollar alternativas de turismo, diferentes a la tradicional de playa y mar que es el más común.

Fue así como nació la Ruta del Girasol, que durante los meses posteriores a la pandemia ha ido recorriendo cada tres semanas diferentes estancias de municipios que lograron un auge inesperado de visitantes, no solo de Barranquilla, sino de otras regiones.

La sola idea de tomarse una foto entre estos cultivos espléndidos llama la atención, debido a que no es usual que esta flor se alce tan hermosa bajo el sol de una región que no soporta estos cultivos por largo tiempo debido a sus altas temperaturas, pero que lo hacen ideal para la atracción de visitantes.

Tomarse una fotografía entre los girasoles, conocer más acerca de esta planta cultivada como alimenticia, oleaginosa y ornamental, se ha convertido así en el mayor atractivo turístico para los caribeños desde hace unos meses

El crecimiento del plan

El programa tomó fuerza tras los resultados obtenidos en el corregimiento de Pendales (Luruaco), donde asistieron un poco más de 5.000 personas para visitar los cultivos.

Muestras de tradición y otros detalles relacionados a la comunidad, acompañaron la llegada de los turistas.

El plan se repitió, posteriormente, en el corregimiento de Pital de Megua (Baranoa). Los visitantes no solo disfrutaban de los cultivos de girasol sino de la tradición gastronómica.

Otros de los atractivos que se pueden encontrar en los perímetros de las flores son: paseos a caballo, senderismo y exposiciones artesanales.