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El desarrollo sostenible es la capacidad de una sociedad para cubrir las necesidades básicas de las personas, sin perjudicar el ecosistema ni ocasionar daños en el medio ambiente.

Trabajar por el desarrollo sostenible implica avanzar simultáneamente en cinco dimensiones: económica, humana, ambiental, institucional y tecnológica. Las características de este proceso serán diferentes dependiendo de la situación específica en que se encuentre un determinado país, región o localidad.

Su aplicación ayuda a lograr los planes generales de desarrollo, reducir los futuros costos económicos, ambientales y sociales, aumentar la competitividad económica y reducir la pobreza.

En ese sentido, las empresas de la región Caribe colombiana vienen trabajando con soluciones integrales y productivas para continuar con ese impulso del territorio, pero desde un punto de vista sostenible, en el que su papel con el medio ambiente juega un mayor rol determinante.

El desempeño ambiental y un manejo sostenible de los recursos naturales contribuyen con la competitividad de un país, mediante la implementación de estándares, innovaciones y tecnologías ambientales que mejoran la productividad de las empresas, atraen inversiones y promueven nuevos sectores y productos.

Y es que la región Caribe tiene una gran oportunidad de aprovechar su biodiversidad como ventaja competitiva que hay que materializarla y ver a un país que tiene alrededor del agro y de la sostenibilidad en el medio ambiente un espacio para ser un referente global.