Es claro que el Caribe colombiano es el territorio llamado a liderar el proceso de transición energética, hacia una matriz mucho más amigable con el medio ambiente, pero hay desafíos marcados por expertos que se deben ir superando.
La región ha estado marcada a lo largo de los años por un rezago económico que la ha puesto en un lugar incómodo en cuanto a la inversión, que se concentra más en la región montañosa del país.
Algunos de los puntos que se han detectado como retos a superar son:
Infraestructura: se requiere inversión en la construcción y mejora de redes eléctricas, almacenamiento de energía y tecnologías de gestión de la demanda para garantizar una transición fluida y eficiente.
Financiamiento: los proyectos de energías renovables requieren inversiones significativas. Es fundamental fomentar la colaboración público-privada y explorar opciones de financiamiento de inversión extranjera.
Marco regulatorio: se hace indispensable establecer políticas, incentivos y regulaciones que promuevan y faciliten la adopción de energías renovables, brindando certidumbre a los inversores y desarrolladores de proyectos.
Las comunidades: se requiere asegurar la aceptación y el apoyo social para el éxito de los proyectos de transición energética. La falta de información y comprensión sobre los beneficios de las energías renovables, así como posibles preocupaciones ambientales o sociales, pueden generar resistencia. Es importante involucrar y educar a las comunidades desde las etapas iniciales del proyecto, promoviendo la participación y la transparencia.
Capacidades técnicas y talento humano: la implementación de proyectos de energías renovables requiere de personal capacitado en diseño, instalación, operación y mantenimiento de las nuevas tecnologías. Es necesario fomentar la formación y especialización en energías renovables para garantizar el éxito y la sostenibilidad de los proyectos.