El 2024 fue un año clave para la reincorporación en el Atlántico, marcado por el fortalecimiento de lo comunitario y los diálogos constructivos entre firmantes de paz y comunidades. Estos encuentros fueron fundamentales para reconstruir relaciones que el conflicto armado fracturó, sanar heridas y trabajar en conjunto por la transformación territorial. También fue un período decisivo para avanzar en la acogida de quienes, en 2016, firmaron el Acuerdo de Paz, promoviendo una cultura política basada en el diálogo, el reconocimiento mutuo y el respeto por la vida.
Este avance es el resultado de los diversos procesos comunitarios realizados en el departamento, impulsados por la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), que hacen parte de la línea de Reincorporación Comunitaria del Programa de Reincorporación Integral (PRI). Este programa se puso en marcha este año bajo el liderazgo de Alejandra Miller, directora general de la ARN, con el objetivo de promover en la sociedad la comprensión y apropiación del proceso de reincorporación que hoy viven más de 11.500 hombres y mujeres en todo el país, en su tránsito hacia la vida civil. Todo esto como un factor clave para garantizar el arraigo y la no repetición del conflicto armado.
En este contexto, durante 2024 se llevaron a cabo diversas iniciativas de reincorporación comunitaria, centradas en la reconciliación y la construcción de paz. Una de ellas fue “Reincorporando Sueños – Entrelazando Vidas”, una estrategia clave para la prevención del reclutamiento y el uso de niños, niñas y adolescentes. Esta se implementó en el barrio El Pueblo de Barranquilla, donde firmantes de paz, junto con la comunidad, desarrollaron actividades deportivas, artísticas y culturales, promoviendo valores de convivencia.
Así mismo, se desarrolló la estrategia “De la Paz a la Academia”, enfocada en la construcción de paz territorial en el cual con diferentes acciones, conversatorios y clases magistrales se conversó de paz, reconciliación y de la implementación del acuerdo de paz, destacando además el liderazgo y empoderamiento las mujeres firmantes de paz en el Atlántico y Magdalena, con la Universidad Cooperativa de Colombia (Campus Santa Marta) a través de la clase optativa: “Reconciliación, Paz y Multiculturalidad” que sirvió como preparatoria para la realización de dos foros durante el segundo semestre del 2024 con las y los estudiantes, mayormente del programa de Psicología de esta universidad en Santa Marta.
De igual manera, a través de la prevención de la estigmatización que promovió la educación como herramienta clave para transformar las dinámicas sociales, en una de las clases de Ética, en la Universidad del Norte (Barranquilla) se realizaron cuatro espacios de conversación y acercamiento de estudiantes y firmantes de paz en la que analizaron cómo la ética se puede incluir en la implementación del acuerdo de paz desde el territorio.
Es importante destacar la creación y formación del Colectivo de Comunicaciones para la Paz y la Reconciliación, conformado por hijos e hijas de población atendida por la ARN en Soledad y Malambo, así como por jóvenes líderes sociales y comunitarios del suroccidente de Barranquilla. Esta iniciativa cuenta con el respaldo de diversas entidades académicas y organizaciones sociales. En particular, destaca el apoyo de la Universidad Minuto de Dios, a través de su programa de Comunicación Social y la rectoría Caribe, y del Co-Laboratorio de Comunicación y Cambio Social JUI SHIKAZGUAXA de la Universidad del Norte. Además, colaboran organizaciones comunitarias como Vokaribe Radio, Colectivo Utopía, la Biblioteca Miguel Espinoza Rangel (del suroccidente de Barranquilla) y el Colectivo de Comunicaciones Onda Juvenil (de Malambo, Atlántico).
Además, se llevó a cabo una iniciativa comunitaria de reconciliación con enfoque restaurativo y de género en Soledad, donde se priorizó a mujeres del municipio. Lo anterior, permitió a las firmantes de paz desarrollar cuatro acciones de formación en articulación con el SENA Atlántico, orientadas a capacidades para el trabajo identificar habilidades productivas y participar en talleres y espacios de autocuidado y liderazgo.
“Desde la Agencia para la Reincorporación seguiremos construyendo paz desde los territorios. Nuestra apuesta es generar escenarios de reconciliación a través de las garantías de no repetición”, señaló Carlos Mario González Luna, coordinador territorial de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Hacia una reincorporación integral
Cabe resaltar que, en 2024, se materializó el cambio del enfoque político de la reincorporación con la puesta en marcha del Programa de Reincorporación Integral (PRI) de la ARN, que permitió pasar de un enfoque minimalista a uno integral y garantista, centrado en responder a las necesidades de las y los firmantes de paz, incluyendo a sus familias, en los ámbitos económicos, políticos, sociales y comunitarios.
La directora general de la ARN, Alejandra Miller, destaca avances indiscutibles, especialmente en la consolidación de la reincorporación como un proceso sostenible. Resalta el énfasis puesto en fortalecer los procesos comunitarios y el rol político de las y los firmantes de paz, recuperando la esencia y el espíritu de lo pactado en La Habana: “Hemos superado el vacío que hubo en la implementación del Acuerdo en los años anteriores. Hemos saldado deudas con quienes firmaron la paz y puesto en marcha un programa que los reconoce como actores clave para la transformación social”.
Además, señala que, en 2025, la ARN seguirá apostando por una reincorporación garantista para los 11.500 firmantes que siguen firmes en su proceso: “Queremos que sepan que este esfuerzo no ha sido en vano, que el proceso se ha fortalecido y que seguiremos trabajando por la paz y la reconciliación que tanto necesita Colombia”.