Compartir:

Una prueba con nanopartículas de oro que analiza la estructura de los espermatozoides abre la puerta a determinar con más precisión las causas de la infertilidad en los hombres.

 La Organización Mundial de la Salud, que conmemora cada 4 de junio el Día Mundial de la Fertilidad, dio a conocer el año pasado que más de 100 millones de personas o una de cada seis parejas heterosexuales (un 17,5% de los adultos) padecen enfermedades reproductivas que les impiden concebir. En 2018, el Centro Colombiano de Fertilidad y Esterilidad estimó la incidencia de estos trastornos en un 24% de las parejas en el país.

 Las cifras motivaron a la bióloga Yeira López Lora a preguntarse cómo ahondar en el estudio de la infertilidad masculina. Por ello trabajó durante cuatro años en su tesis “evaluación integral de la calidad seminal, daño en el ADN espermático, expresión del gen AKAP4 y su relación con la infertilidad masculina”, con la cual recibirá el título de doctora en Genética y Biología Molecular de la Universidad Simón Bolívar.

 El análisis del gen AKAP4 conllevó a idear un modelo que identifique anomalías en los espermatozoides, a partir de nanopartículas de oro. En investigaciones similares, las nanopartículas de oro habían servido para ver patrones genéticos de las células sexuales masculinas, su organización interna o las diferencias entre esperma humana y animal, pero no habían sido usadas en la comparación entre hombres con fertilidad probada y con problemas de infertilidad.

 “Ante la problemática, investigamos la relación entre la expresión del gen AKAP4 y la composición biomolecular de los espermatozoides, logrando determinar que ciertas sustancias están vinculadas con la fertilidad y otras no', comenta López, embrióloga en el Instituto de Reproducción Humana Procrear.'