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Nesma Arcia Vidal, profesora de preescolar de la institución educativa Las Palmitas, en el corregimiento de ese mismo nombre, en Ciénaga de Oro, no ha podido iniciar clases porque el aula improvisada que le tocó este año es el pequeño rancho de la casa de Emilse Arrieta, en la orilla de la carretera.

Cuenta que allí los niños corren el riesgo de ser arrollados por vehículos pesados que utilizan la ruta, en zona rural del citado municipio de la subregión del medio Sinú en Córdoba. Además, los pequeños están vulnerables al polvo, al ruido y otros factores antipedagógicos que afectan el proceso de enseñanza – aprendizaje.

'Solo me han llegado este año 12 niños de los 20 que esperaba, porque los padres de familia tienen temor de mandar a sus hijos, debido a la proximidad con la carretera', sostiene la docente.

Elsa Luna Hernández, madre de familia del preescolar, manifiesta su preocupación por la problemática y advierte que prácticamente sus dos hijos de cuatro y seis años, se quedaron sin colegio.

Obra retrasada. El meollo del asunto es que toda la institución, excepto dos salones, fue derribada en julio del año pasado para ser objeto de un proyecto de construcción por concepto de calidad educativa, con recursos de la vigencia 2012.

El segundo semestre del año pasado debió desarrollarse en casas del pueblo, a diez kilómetros del perímetro urbano, con la esperanza de iniciar el año lectivo 2014 estrenando plantel, pero la obra está retrasada en más del 50 %. Dicho proyecto debió estar listo el 16 de diciembre del año pasado, pero a simple vista se nota la paquidermia de la construcción.

Solo dos aulas no fueron derribadas en la institución.

Este año aplicaron la estrategia del pico y placa estudiantil que consistió en intercalar los cursos en las dos aulas que quedaron del plantel, es decir cada grado, de sexto a undécimo, recibía clases un día por medio. Sin embargo, el calendario escolar se estaba retrasando y regresaron a la primera estrategia de repartir el colegio en las viviendas de la localidad.

El colegio en las casas. Además de funcionar el preescolar en la casa de Emilse Arrieta, el grado noveno está en la casa de Yaneth Castaño; el séptimo, en la de Francisco Yánez; y el octavo, en la de Manuel Sariego. Sexto y undécimo, siguen en las aulas que por fortuna no cayeron en la lenta iniciativa de infraestructura.

El rector de la institución, Overto Pardo Reyes, narra que el proyecto, por valor de 527 millones de pesos Consiste en la construcción de cuatro aulas, una unidad sanitaria, la rectoría, secretaría y sala de profesores, pero ninguna de las anteriores se ha entregado.

'Ha habido muchos inconvenientes con la obra, nos ha tocado salir a dar clases a las casas, con las incomodidades que ello conlleva, pero es la única opción que nos queda', sostuvo el rector.

Nadie conoce al contratista. La comunidad señala que no conocen al contratista de la obra, solo a una ingeniera residente que tras ser abordada dijo no estar autorizada para referirse al tema. En el sitio no se instaló tampoco la respectiva valla informativa con los datos del proyecto, como lo exige la ley.

'Tenemos entendido que la administración municipal le dio otra prórroga al contratista hasta el 15 de febrero, pero a simple vista se nota que no será entregada tampoco en esa fecha. Necesitamos como prioridad siquiera las cuatro aulas', precisó el rector.

La población afectada en la sede principal es de 300 estudiantes, aunque la institución cuenta incluyendo las subsedes, con 512 alumnos.

El docente de educación física, Fidel Pretel Montes, advierte que los ranchos de las casas no son nada cómodos para desarrollar una clase.

Los estudiantes comparten los ranchos con los animales.

'Los contenidos se desarrollan espantando animales y no deja de ser una incomodidad para los dueños de las viviendas, porque los estudiantes además deben utilizar los baños', sostuvo el profesor Pretel.

El secretario de educación de Ciénaga de Oro, Rigoberto Díaz, se abstuvo de entregar declaraciones sobre el retraso del proyecto en la institución Las Palmitas y dijo que las socializaciones respectivas ya se han hecho con la comunidad, con quien únicamente tiene compromiso de informar.

EL HERALDO también quiso conocer la posición del secretario de obras públicas de la localidad, Diego Durante, pero no estaba en la oficina por ocupaciones de su labor en otros sectores de la localidad.