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Purísima. Daniel Eduardo López Palencia, alcalde de Purísima, Córdoba, protagonizó ayer una atípica posesión luego de tener una orden de captura en su contra y de estar prófugo durante tres meses porque al parecer haría parte del carrusel de la Educación que desfalcoó millonarios recursos en Córdoba.

López se entregó en la tarde del 31 de diciembre en la estación de policía del municipio de Pinillos, sur de Bolívar, pero fue dejado en libertad el sábado en la mañana porque al fiscal del caso se le imposibilitó viajar desde Bogotá para atender el requerimiento judicial, por lo que López quedó libre al vencerse los términos para ser presentado ante un juez con funciones de garantías. Sin embargo, mañana tendrá que presentarse ante la justicia.

Una vez recobró su libertad viajó a Purísima a donde llegó a las dos de la tarde en medio de una caravana de sus seguidores.

Tres horas más tarde asitió a una misa en la Iglesia de su municipio. Luego caminó hasta la plaza en donde tomó posesión ante dos testigos porque el notario, según algunos asistentes, no alcanzó a llegar.

Durante la ceremonia, López Palencia habló de una persecución en su contra, dijo que es inocente y que lo va a demostrar ante las autoridades judiciales. Y prometió un buen gobierno de puertas abiertas a la comunidad.

Fuentes consultadas explicaron que una vez en el cargo, el alcalde obtiene una dignidad especial por lo que deberá ser juzgado de forma diferente.

Si es encarcelado como algunos aseguran, puedenombrar a un encargado en la Alcaldía, lo que le permite poner a una persona de su confianza y seguir manejando la administración.

López asistió junto a su esposa y sus tres hijos, así como por la presidenta del Directorio Departamental Conservador, Leonor Martínez, y el diputado Remberto Tapias.

El grupo político de la exalcaldesa Betty Paternina, quien estuvo en el poder por 12 años, parece que no se resigna a entregar el municipio. El anterior alcalde Pedro Duque dejó las instalaciones de la Administración Municipal con grandes candados y anoche nadie daba razón de las llaves.