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Como Érika y Wendy Arrieta, tía y sobrina, fueron identificadas las mujeres que la tarde del domingo se robaron a una recién nacida en el hospital San Jerónimo de Montería y que esa misma noche fue rescatada por la Policía en Chinú, gracias a la astucia del taxista que las transportaba hasta Sincelejo, de donde al parecer son oriundas.

Ambas fueron capturadas en flagrancia, después de una serie de preguntas por parte de la Policía en Chinú, lo que obligó a que, tras no presentar documentación que acreditara la custodia de la niña, una de ellas admitiera que habían robado a la menor desde el centro asistencial.

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En las últimas horas un juez de control de garantías legalizó sus capturas y este martes serán sometidas a las audiencias de imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento en esta misma ciudad.

Las mujeres habían llegado con la niña en brazos en un taxi hasta el aeropuerto los Garzones y de allí tomaron otro vehículo similar con destino a Sincelejo, para hacer creer al conductor que habían aterrizado en uno de los vuelos recientes. Sin embargo, el taxista ya había escuchado las alertas que se propagaron a través de la red de cooperantes una vez las directivas del hospital descubrieron el robo de la menor.

Cuando iban por Chinú el taxista prefirió dar aviso de sus sospechas a la Policía de ese municipio, lo que permitió la recuperación de la recién nacida, hija de una pareja de cordobeses pero que reside en el vecino municipio de Caucasia, Antioquia.