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Tal como lo describen en las comarcas campesinas de esta región del bajo Sinú, un morrocotudo fandango paseado, realizado durante la noche del domingo, anticipó el auge con el que se ve acercar la edición 41 del Festival Nacional del Porro, en San Pelayo.

El recorrido, que tuvo como norma el baile con velas, recorrió desde el corregimiento de Carrillo hasta el parque principal de San Pelayo, acompañado por cuatro de las más reconocidas bandas de viento, de las que, con la interpretación de un porro, hacen acelerar los corazones y gritar espontáneos ‘guapirreo’, que no es más que la expresión entusiasta de los habitantes de las sabanas de Córdoba y Sucre para enunciar alegría.

El fandango paseado, que divulga el Festival Nacional del Porro, estuvo encabezado por la alcaldesa de San Pelayo, María Alejandra Forero, quien con velas encendidas, movimientos de caderas y coqueteos a los parejos que se le acercaron, fue seguida por al menos 4.000 personas que, sin que importase una sutil llovizna, salieron de sus casas a vivir el folclor.

'Este año, antes de organizar la programación del Festival, nos sentamos a escuchar a la comunidad, sus ideas, sus críticas, lo que les gustaba del Festival y lo que no les gustaba. La idea es hacer un festival para los pelayeros que se pueda mostrar al mundo y no un festival para el mundo que no integre a los pelayeros', recalcó Forero.