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Después de 48 horas de haberse abierto un boquete en el río Sinú, a la altura de la vereda las Mercedes, corregimiento Mata de Caña, Lorica, el chorro sigue intacto, inundando a esa vasta zona rural, y pasó de medir 20 metros a 25 metros.

Así lo reveló el presidente de la junta de acción comunal de las Mercedes, Deimer Negrete, tras precisar que lo único que se requiere, para intervenir con ‘ingeniería campesina’ y taponar la salida del agua son: 40 tablas, 40 listones, 100 metros de cáñamo, 500 costales, tres volquetas de tierra y dinero para la logística y ollas comunitarias mientras se adelanta el trabajo físico.

'Esto sigue igual, el río soltando agua hacia las poblaciones cercanas, lo que creemos es que a los gobernantes les gusta ver a la gente sufriendo', sostuvo Negrete con voz desesperada.

El líder cívico explicó que aunque el nivel del río Sinú bajó un poco, todavía sigue por encima de la ribera, lo que indica que se sigue debilitando el talud.

La alcaldesa de Lorica, Nancy Jattin Martínez, sostuvo que la barrera de protección que se había construido en ese sitio hace dos meses, en coordinación con la comunidad, se debilitó debido al aumento del nivel del río.

'Estamos haciendo un plan de acción para empezar a mandar los materiales y poder trabajar de nuevo con la comunidad pero con algo más alto y más resistente. Esperamos superar nuevamente esta crisis', precisó la mandataria.

Las cerca de cien familias que han recibido el agua en sus casas y se vuelven a damnificar, por segunda vez en dos meses, debieron alzar los electrodomésticos y objetos de valor, para ponerlos a salvo, mientras esperan que la creciente disminuya.

'Las familias prefieren seguir sufriendo dentro de las casas para cuidar sus pertenencias en caso que la creciente sea mayor', argumenta el presidente de la Acción Comunal.

En esa zona de Lorica cerca de 40 niños entre cero y seis años están en medio de la inundación, que a medida que pasan las horas corre hacia poblaciones como Monpox, el Campano y Cotocá.

Los poco cultivos de plátano, maíz, yuca y algunos frutales, que se habían salvado de la primera inundación, esta vez se han perdido. También se ahogaron las gallinas y cerdos pequeños que permanecían en los patios productivos como estrategia de sustento.

Calamidad pública

Lorica hace parte de los 22, de 30 municipios de Córdoba, en calamidad pública desde hace tres meses, declaratoria que en las últimas horas la Gobernación extendió hasta el mes de enero del 2018, de acuerdo con el coordinador de atención y prevención de desastres ene este Departamento, Fabián Lora Méndez.

'Prorrogamos la calamidad pública hasta el 9 de enero, es decir por tres meses más, pero si antes logras estabilizar los municipios decretamos entonces la normalidad. Sin embargo, según los informes del Ideam es que se presentarán torrenciales aguaceros en Córdoba, donde este fenómeno atípico ha sido más fuerte', señaló el funcionario. Lora agregó que la Gobernación está preparada con las ayudas y banco de maquinarias, además los subsidios de arriendo que sigue ofreciendo la Unidad Nacional de Atención y Prevención de Riesgos.

El invierno en Córdoba ha dejado cerca de 110 mil personas afectadas este año, con emergencias que se han registrado además de Lorica, en San Bernardo del Viento, San Pelayo, San José de Uré, Puerto Libertador, Ciénaga de Oro, Cereté, Montería (zona rural), San Carlos, Ayapel y Buenavista.