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Al tiempo de reconstruir la memoria histórica el magisterio de Córdoba pretende a través de la Ley de Víctimas y en el marco del actual proceso de paz, la reparación colectiva del gremio y de las familias de los 115 educadores que han sido asesinados en este Departamento entre 1986 y 2017.

'Hoy podemos decir que solo dos de esas muertes han sido declaradas, la del entonces directivo sindical Manuel Ruiz Álvarez y la de Iván Garnica, reconocidos por las Autodefensas, pero los hechos que comprometieron las vidas del resto de compañeros están en la total impunidad', sostuvo el presidente de la Asociación de Maestros de Córdoba, Ademacor, Domingo Ayala Espitia.

El directivo señaló que en Córdoba sigue latente la situación de riesgo de los profesionales de la educación, a tal punto que este año han sido amenazados 46 educadores en distintas subregiones del Departamento, además de haberse materializado el crimen del licenciado Washington Cedeño Otero, de 47 años, ocurrido el 7 de junio pasado en la vereda Sabalito Arriba, municipio de Puerto Escondido, donde hace presencia el 'Clan del Golfo'.

'Lo que ha ocurrido con muchas vidas de docentes ha sido prácticamente un genocidio, por eso, lo que buscamos es establecer cómo lograr reparar individualmente a cada familia, pero también de forma colectiva a la Asociación de Maestros porque toda esta arremetida de alguna manera lo que ha buscado es acabar al sindicato', explicó Ayala Espitia.

Ejemplificó el presidente de Ademacor con el homicidio del entonces presidente de ese sindicato, Manuel Ruiz Álvarez, ocurrido el 26 de septiembre de 2001, justo en la puerta de la sede de la entidad en el barrio Buenavista, en Montería, 'para generar una estampida en los afiliados'.

'A Manuel Ruiz lo pudieron asesinar en Valencia o en Tierralta, donde estuvo el día anterior, sino que le hicieron la cacería para asesinarlo en el propio sindicato donde él ejercía como líder, por eso estamos trabajando en la reparación', precisó el dirigente sindical.

Insistió en que el Estado de alguna manera también fue cómplice de los homicidios a docentes y de otros hechos que ha sufrido la población civil, desde los grupos al margen de la ley que se han opuesto a la lucha de los sindicatos.