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La ‘tapa de la olla’ en el hospital San Jerónimo de Montería es que se quedó sin las tres ambulancias con que cuenta porque están averiadas, dos en el patio del centro asistencial y una en un taller de mecánica, mientras que los pacientes deben ser remitidos en taxis y en casos de extremo cuidado esperar vehículos medicalizados que son arrendados.

Este último caso ocurrió con la remisión el pasado miércoles por la noche, de un menor de diez años que había sido trasladado desde Montelíbano luego de ser impactado con un proyectil en la cabeza, en medio del intento de homicidio contra un hombre en el barrio el 50 de esa localidad.

'Los médicos de planta y de urgencia debieron reunir entre todos 50 mil pesos, a eso de las 2.00 a. m., para que una ambulancia privada trasladara al pequeño a la Unidad de Cuidados Intensivos de otra clínica de Montería, porque sencillamente las ambulancias del San Jerónimo están varadas', narró una enfermera que presenció el drama y quien se abstuvo de revelar su nombre por represalias a ser expulsada, como ha pasado con cerca de 150 empleados de octubre a diciembre.

La tragedia que se engrandeció por la falta de ambulancia entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves fue además corroborada por un familiar del pequeño, quien agregó que la espera tardó más de una hora, mientras el niño requería con urgencia una cama en UCI.