En los retornantes de la antigua finca paramilitar de Cedro Cocido, vereda el Tronco, zona rural de Montería, aplicaría el adagio de que ‘no hay felicidad completa’, aunque el optimismo marca los rostros de las 168 familias que volvieron a las parcelas arrebatadas por las Auc en 1985.
Allí, en 30 salas de ordeño acondicionadas por la Unidad de Restitución de Tierras, territorial Córdoba, se producen en promedio 8.850 litros de leche diariamente que se extraen a 83 vacas de la mejor genética, pero no están dadas las condiciones de la vía para que continúe la negociación del producto con la cooperativa lechera Codelac.
A esta empresa empezaron las víctimas retornantes, hoy empresarias del agro, a venderle la leche que sacan en las parcelas que suman una sola unidad productiva de 195.5 hectáreas. Sin embargo, por el intenso verano reciente, el negocio se suspendió por un tiempo, según lo explica Francisco Mausa, líder de los retornantes en esa zona.
'Estamos sufriendo con el invierno, las salas de ordeño están funcionando a la perfección, gracias al apoyo de la Unidad de Restitución de Tierras, el comprador número uno es Codelac, pero la Alcaldía no nos ha ayudado con el arreglo de la vía, que está en malas condiciones, aunque nos mandaron a decir que en un mes empezarían a adecuarla', sostiene Mausa.
Allí se conformó la Asociación de Productores Agropecuarios de Cedro Cocido (Asopacol), que lidera la producción y comercialización de leche y que, incluso, cuenta con un centro de acopio con estándares de calidad, entre otras bondades del proyecto impulsado por la Unidad de Restitución de Tierras, la embajada de Suecia, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), por medio de la estrategia Redes Locales de Integración Productiva.
Una salvación
Mientras el Gobierno local cumple con el arreglo de la carretera la producción lechera que empieza a recuperarse después de la sequía, se vende en el sitio a otros comercializadores particulares y a la misma comunidad cercana.
Mausa, uno de los voceros de los retornantes, manifiesta que en Cedro Cocido, han vuelto a experimentar la felicidad de estar en el campo, 'mejor que en una ciudad aguantando hambre y mirando para los lados, esperado que lleguen las facturas de los servicios públicos'.
'Estamos dichosos de volver a producir la tierra, porque la política del posconflicto debe ejercerse es aquí en el campo y no en la ciudad, debe centrarse en el apoyo a los campesinos que producen el alimento de los colombianos', precisó Francisco Mausa.
Cedro Cocido fue una hacienda de 1.410 hectáreas, del ‘Clan Castaño’, arrebatada a los campesinos a partir de 1.985, mediante presión.
A través de la Ley de Restitución de esas tierras 590 hectáreas se les han devuelto a 168 familias, de acuerdo con cifras de la Unidad de Restitución en este Departamento. Se han invertido en proyectos productivos como el de la cooperativa lechera $ 2.178 millones.