Por $1 millón de pesos fue asesinado el niño Samuel Vertel Calle, de 5 años, pues su verdugo admitió ante la Fiscalía que antes de cometer el robo en el negocio del padre del pequeño, estaba muy preocupado porque le habían mandado a desocupar la casa donde residía en el barrio El Paraíso, junto a su esposa y sus dos hijos. El motivo, según el asaltante, era que debía tres meses de arriendo, equivalentes a $750 mil pesos y $250 mil pesos en servicios públicos.
Las infidencias del suceso, que aún tiene consternada a la población cordobesa, fueron reveladas durante las audiencias concentradas realizadas en las instalaciones del Palacio de Justicia de Montería, donde el juez cobijó con medida de aseguramiento intramural a Leonardo Avilez Jerónimo.
El detenido confesó que accionó el arma que mató al niño Samuel en el intento de robo al almacén de autopartes, en la calle 40 con carrera 4, de Montería, ocurrido el lunes 15 de octubre en las horas de la mañana.
El hombre es procesado por los delitos de homicidio agravado, hurto agravado y porte ilegal de armas.
Momentos antes. Durante el procedimiento judicial, la Fiscalía reconstruyó la ocurrencia de los hechos con la ayuda de los investigadores del Grupo de Seguridad Ciudadana de la Sijín de la Policía.
'Fui a prestar una moto donde un amigo, le dije que iba a trabajar de mototaxista. Él no sabía lo que yo planeaba. Después fui donde otro amigo que alquila armas y le pedí que me prestara una para salir a hacer un ‘ruleteo’, es decir, un robo', explicó en su declaración Avilez Jerónimo.
Según lo narrado, Avilez recorrió en la moto las calles del barrio Cantaclaro, en el sur de la ciudad; se dirigió hacia la zona de la Terminal de Transportes, siguió hacia la calle 41 y posteriormente bajó por la carrera 4, donde divisó a una mujer que le llamó la atención.
'Vi a una mujer (la mamá de Samuel), que barría en las afueras de un almacén. Ella tenía una cadena de oro que me llamó la atención. Entonces llegué al almacén preguntando por un repuesto y me fui', dijo en su relato el hombre.
Luego de eso, Leonardo Avilez retornó con un cómplice al negocio de autopartes e intimidó a los padres del pequeño víctima.
'El sujeto enseguida sacó un arma y me apuntó, me tiró al piso, me quitó las prendas y el celular de alta gama', narró Manuel Amín Vertel, padre del menor asesinado.
Amín Vertel, según lo narrado por la Fiscalía, es pensionado de la Policía y con un arma de su propiedad trató de dispararle a los asaltantes luego del hurto.
Leonardo Avilez en su huida disparó dos veces. Luego, huyó. Una de las balas disparadas fue hallada por los investigadores en la vitrina del almacén. La otra, se incrustó en el mentón del niño y se le alojó en su cerebro.