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Un laboratorio clandestino para falsificar medicamentos fue desmantelado en Montería luego de un allanamiento que permitió el decomiso de 150 mil dosis de diferentes fármacos que eran adulterados en el interior de una farmacia en el centro de la capital cordobesa.

Según las autoridades, la red falsificaba medicamentos usados en pacientes con enfermedades terminales, por lo que un producto que normalmente cuesta $15 millones, la red podía ofrecerlo de manera ilegal por costos de hasta $2 millones.

El teniente coronel William Quintero Salazar, subcomandante de la Policía Metropolitana, informó que 'en total fueron dos diligencias de allanamiento a una bodega y a una droguería en el centro de la ciudad, donde eran fabricados estos medicamentos a base de harina y gelatina'.

Dentro de los productos incautados también se hallaron marcas reconocidas de venta libre como Dolex, Voltaren, Aspirinas, Lomotil, Vick-Vaporub, Citotec, Sevedol, Bonfiest, Saldefrutas, entre otros productos avaluados en más de $200 millones.

En el procedimiento policial se logró la captura de dos personas, cuya identidad no fue revelada por las autoridades por lo que se encuentran a la espera de que se defina su situación judicial.

'Las dos personas capturadas serán procesadas por el delito de corrupción de alimentos, productos médicos y/o material profiláctico', dijo el comandante Quintero Salazar.

Cabe recordar que en el mes de octubre del año pasado las autoridades en Montería habían desmantelado un laboratorio ilegal de medicamentos que enviaba productos a Barranquilla, Cartagena y Medellín. 'Estas acciones van focalizadas mediante la estrategia presidencial el que la hace la paga, Fase II. Se puede decir que es un seguimiento a las investigaciones que nos permitieron asestar el primer golpe a este tipo de delincuencia', puntualizó el alto oficial.

¿Cómo operaba la red falsificadora?

Juan Martín Corredor, perito especializado en la elaboración de fármacos al servicio de la Sijín de la Policía, explicó que la red desmantelada utilizaba gelatina, harina y colorantes para darle una apariencia genuina a los medicamentos falsos.

'Elaboraban la tipografía y los empaques para luego embalar los medicamentos a los que le daban una apariencia de genuinos', aseguró el especialista.

Según las autoridades, la red contrabandeaba algunos productos genéricos provenientes del Ecuador, a los que les cambiaban los rótulos y posteriormente los comercializaban a los clientes por sumas hasta tres veces más altas.

Los investigadores también hallaron una gran cantidad de potenciadores sexuales, los cuales se venden por diferentes lugares de la ciudad pese a no contar con el certificado del Invima.