Desangrado mientras esperaba un vehículo que lo llevara hasta un centro médico murió el profesor de lengua castellana, Carlos Arturo Mazo Lara, de 49 años, en la vereda El Silencio, jurisdicción del municipio de Puerto Escondido, zona Costanera de Córdoba.
El docente fue víctima de un atentado a bala el martes a las ocho de la noche, en lo que aparentemente sería un intento de robo.
Los familiares tuvieron que esperar varias horas a que se realizara el levantamiento del cuerpo, pues el lugar de los hechos queda a unos 40 kilómetros del casco urbano, por carretera destapada y además había llovido durante la madrugada de ayer, lo que dificultó el paso de los vehículos de la fuerza pública.
El ataque se registró en el interior de la vivienda cuando Mazo se encontraba en compañía de su esposa, la también educadora, Yaneth Guerra y sus dos hijos menores de edad.
Tras el ataque, la mujer habría salido en busca de una ambulancia hasta el casco urbano de la población, pero por causa de las heridas, Mazo Lara murió desangrado en cuestión de minutos.
La Asociación de Maestros de Córdoba rechazó el crimen y exigió a las autoridades esclarecer el homicidio.
El presidente de Ademacor, Ermen Martínez Páez, sostuvo que sujetos desconocidos que llegaron a la vivienda del educador le propinaron varios impactos de bala.
Mazo Lara caminó varios metros hasta llegar a una carretera principal pidiendo auxilio, sin embargo, por la gravedad de las heridas falleció minutos después en ese mismo lugar'.
Sobre el docente asesinado se supo que era licenciado en Español y Literatura, laboraba en el área de básica primaria en la Institución Educativa San Luis de Sevilla, también zona rural del municipio costanero.
Según Martínez Páez varios pobladores de la zona manifestaron a la Oficina de Prensa de Ademacor que el cadáver fue trasladado por vecinos a la vivienda del profesor, en donde permaneció toda la noche, y que solo en horas de la mañana funcionarios del Camu de Puerto Escondido trasladaron el cuerpo a la cabecera municipal para y de allí al Instituto de Medicina Legal de Montería.
El gremio de educadores recordó que el más reciente asesinato fue el de Washington Cedeño Otero, ocurrido el 6 de junio de 2017, también en Puerto Escondido
En el 2018, fueron interpuestas 36 denuncias por amenazas contra docentes, mientras que este año la cifra va en 20.