A un crematorio particular fueron trasladados los restos mortales de Ronald Alexander Mendoza Quevedo, el extranjero de nacionalidad venezolana, hallado muerto la semana pasada en zona rural de Canalete, tras haber estado departiendo en las playas del municipio de Arboletes, junto a otras cuatro personas de las que solo dos regresaron con vida a sus lugares de origen.
Los familiares del joven extranjero, de 27 años de edad, llegaron hasta las instalaciones de Medicina Legal, en Montería, donde realizaron la reclamación de los restos mortales, que posteriormente habrían sido dispuestos para ser cremados.
Según las fuentes consultadas, la autorización de la cremación del cuerpo se logró tras adquirir un permiso especial de la Fiscalía, argumentando que era necesario el procedimiento para facilitar las labores de traslado por carretera hasta el estado de Carabobo, en el vecino país, donde Mendoza Quevedo sería sepultado.
Aunque fueron muy herméticos durante la diligencia, los dolientes manifestaron que lamentaban la muerte de Ronald Alexander Mendoza, quien según ellos, había llegado a Colombia con el fin de pasear durante varios meses. Al mismo tiempo trabajaba en un bar en la ciudad de Medellín por lo que desconocen las razones de su asesinato.
Hallazgos de los cadáveres
El cuerpo de Mendoza Quevedo había sido descubierto el pasado lunes 7 de octubre, cuando yacía en el sector conocido como El Tomate, junto al cadáver de Cenaida Escobar, la mujer afrodescendiente de 23 años, madre de una niña de 3. Horas después en el mismo municipio, pero en el sector conocido como Mata de Plátano, fue hallado el cadáver baleado de Johan Sebastián González, natural de Medellín, quien hace unos años habría pertenecido al Batallón Junín, de la Séptima División del Ejército.
Los dolientes se enteraron de lo sucedido a través de los medios de comunicación, por lo que desde entonces, algunos allegados habían escrito por redes sociales informando que unas de las víctimas correspondía al joven venezolano Mendoza Quevedo.
Los dolientes llegaron con los documentos de identidad requeridos por las autoridades en este tipo de procedimientos de identificación, los cuales habían sido apoyados además por la huella dactilar y la carta dental.
Aparentemente los familiares de Ronald Alexander habían tenido inconvenientes económicos para realizar el largo viaje de ida y vuelta por carretera, lo que implica un recorrido de poco más de 20 horas de viaje ininterrumpido hasta Montería, en Córdoba.
Sobre la mujer asesinada se supo que era natural de Turbo, en Antioquia, por lo que sus restos mortales fueron reclamados a las pocas horas de haber sido descubierto en la zona rural de Canalete. Varios de sus familiares viajaron desde el Golfo de Urabá a reclamar el cuerpo en Medicina Legal.
Un par de días más, un grupo de abogados de la oficina jurídica de una funeraria reclamó los restos de González y lo trasladaron a Medellín de donde era oriundo.
Los jóvenes asesinados hacían parte de un grupo de cinco personas que había llegado a las playas del municipio de Arboletes, en el Urabá antioqueño, donde se habían instalado en una cabaña durante un espacio de tres días.
Las autoridades en sus averiguaciones han logrado establecer que el sábado 5 de octubre el grupo conformado por los cinco viajeros zarpó en una lancha desde Arboletes hacia una isla en el mar Caribe, y desde ese momento no se supo más de ellos sino cuando comenzaron a aparecer los cuerpos baleados en la zona rural del municipio de Canalete, zona Costanera, del departamento de Córdoba.
Sobre los otros dos integrantes del grupo que lograron salir con vida del trágico paseo, se supo que aparecieron en la ciudad de Cali, sanos y salvos, aunque hasta el momento las autoridades no han establecido bajo qué circunstancias se separaron de los otros tres amigos que aparecieron muertos.
Si bien las autoridades responsabilizaron por estos hechos a los miembros de la banda criminal ‘Clan del Golfo’, aún no se han establecido las razones de la masacre.