Luego de poco más de dos años de batalla jurídica, la Contraloría General de la República confirmó que no hubo detrimento patrimonial en torno a la construcción del Coliseo Miguel Happy Lora, por lo que ordenó que se archive la investigación que se sigue en contra del actual alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda, y del exmandatario Carlos Eduardo Correa.
Por estos hechos también eran investigados los exsecretarios departamentales de Infraestructura, Carlos Angulo y Héctor Julio Álvarez; el secretario de Infraestructura Municipal, Joaquín Esquivia; el representante del Fondo Mixto Para Recreación y Deporte, Pascual Guerrero; y los contratistas Gilmar González y Samuel Eduardo Mora en Montería.
En esta investigación la Contraloría figuraba como víctima de los presuntos delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos, interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación a favor de terceros, prevaricato por omisión, y falsedad ideológica en documento público.
Para las autoridades durante el primer periodo de mandato del actual alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda, (2008 - 2011); y luego en la administración de Carlos Eduardo Correa, (2012 - 2015); se habrían desviado dineros para pagar supuestos trabajos que no se habrían realizado.
Sin embargo, en su más reciente pronunciamiento, el ente de control disciplinario indicó que 'los soportes de aprobación de modificaciones en el diseño durante la ejecución de la obra y la verificación técnica en campo, permitió a la Contraloría General de la República concluir que no hubo detrimento patrimonial en la obra de rehabilitación del escenario deportivo coliseo Miguel ‘Happy Lora’, lo que se traduce en que los recursos se invirtieron en su totalidad y no se perdió un sólo peso de los recursos'.
El Coliseo Miguel ‘Happy Lora’ fue reconstruido en homenaje al boxeador monteriano Miguel Lora Escudero, quien ganó el título mundial peso gallo el 9 de agosto de 1985. La obra inició en el año 2012 para la realización de los Juegos Nacionales en los que Córdoba fue sede, pero fue entregada cinco años después.
La remodelación del coliseo tuvo un costo total de $12.186.900.265 por lo que las autoridades inicialmente sospecharon que se habían desviado de manera irregular alrededor de $4.585.986.729.
Los hallazgos se basaron en presuntas fallas en la inversión de dineros para la construcción de vigas y pisos, que aparentemente no coincidían con lo pagado y lo realizado.
'Ambos hallazgos fueron desvirtuados con la revisión en campo por parte de ingenieros expertos enviados por la Contraloría de Montería, comprobando que la obra fue ejecutada en su totalidad cumple su función como escenario deportivo', manifestó en su informe la Contraloría.