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En medio de la jornada de cuarentena total decretada por la Presidencia de la República, los pueblos zenúes en Córdoba tratan de aprovechar los escenarios íntimos del confinamiento para trasmitir sus conocimientos a los menores del hogar, en las llamadas escuelas de formación familiar, una tradición ancestral en la que un padre artesano le trasmite los conocimientos y conceptos a su descendencia.

La labor se realiza con concentración y entrega, sin embargo, los indígenas no pueden evitar las preocupaciones generadas por la mortal pandemia que azota al oriente y occidente, que se suman a los padecimientos desatados por el intenso verano, que este año ha arrasado extensas zonas de cultivos de la caña flecha en el municipio de Tuchín, lo que ha incrementado los costos de la materia prima que se utiliza para la elaboración del mundialmente conocido sombrero vueltiao.

Marcial Montalvo, maestro artesano del pueblo Zenú, asegura que la situación es tan crítica que frecuentemente les ha tocado mandar a buscar la hoja de caña flecha a otras poblaciones en el sur de Córdoba o desde el Bajo Cauca antioqueño, lo que incrementa los costos de producción.

'La falta de un sistema de riego en los cultivos de caña flecha en Tuchín y de tuberías del acueducto en las zonas rurales del municipio, nos tiene con dificultades para enfrentar una pandemia como el coronavirus', indica.

Las familias tuchineras reconocen el envío de camiones cisterna por parte de la Gobernación de Córdoba, pero aseguran que no es suficiente debido a las cantidades de agua que requiere el aseo constante de los implementos caseros.

El preciado líquido también es utilizado para la elaboración de las mezclas que utilizan en su oficio de coloración de la caña de flecha.

'El verano es un problema que nos ha afectado todos los años, pero en esta ocasión tenemos otra emergencia que requiere cuidado especial por el daño a la salud', indicó el maestro artesano.

Las condiciones climáticas han golpeado duramente a varias poblaciones en el departamento de Córdoba, incluido el municipio de Tuchín, que según los reportes del Ideam este año ha sufrido varios de incendios en la cobertura vegetal.

Según los cálculos de Marcial Montalvo, la situación ha hecho que incrementen los costos de la caña flecha. 'Se pone cara, y muy escasa, toca traerla de Tierralta, o de Caucasia, de otros municipios para poder abastecer la producción del sombrero', dice.

El ancestral maestro continúa diciendo que 'la caña flecha se adquiere por docena, son 24 pencas, que normalmente cuestan 700 pesos cada una, pero ahorita esa misma penca se consigue a $1.000. Entonces para hacer un sobrero vueltiao se requieren unas 20 docenas, dependiendo de la calidad de la penca y de la caña'.

En el municipio de Tuchín, ubicado en el corredor Zenú, en límites entre Córdoba y el departamento de Sucre, el 90 por ciento de las familias devengan su sustento de la venta de los productos más representativos de Colombia, elaborados a base de caña flecha.

La cuarentena ha interrumpido la realización de corralejas, ferias y otras fiestas populares en Colombia y el resto del mundo, que sirven como vitrina para la comercialización del sombrero vueltiao, por lo que algunos artesanos y comercializadores se apoyan en el uso de las redes sociales para mostrar sus productos a los potenciales compradores, aunque los envíos también tengan restricciones.

'Esto se ha puesto duro ahorita, porque después de diciembre tuvimos el Carnaval de Barranquilla y luego todo se canceló, esperamos que para la próxima temporada de ventas hayan mejorado con el regreso de las fiestas', expresa el sexagenario maestro Marcial Montalvo, deseoso de poder ver nuevamente reverdecer la caña flecha.