Los cabildos Zenú de la zona norte, en Córdoba, levantaron un cerco en sus fronteras para evitar el paso de la COVID-19 hacia sus comunidades y mantener la disciplina durante el periodo de aislamiento.
La medida se toma desde el municipio de San Andrés de Sotavento y es replicada en otras poblaciones de Tuchín y Chimá.
Stalin Madrigal, alcalde de San Andrés de Sotavento, informó que 'hemos venido articulando este proceso de control sanitario en todo nuestro municipio con todo lo concerniente a las comunidades del resguardo indígena Zenú'.
El mandatario municipal continuó diciendo que 'este proceso se viene articulando precisamente con las autoridades tradicionales como el Cacique Mayor del Pueblo Zenú, el Cacique Territorial, los capitanes y la guardia indígena'.
En las vías de acceso a estas localidades han sido ubicadas vallas que restringen el paso a los visitantes, especialmente si provienen de zonas con casos positivos de coronavirus.
'Estos controles han sido de mucha importancia porque gracias a Dios y al compromiso de ellos como cabildo, nos ha permitido mantener a raya los contagios y hoy en día no tenemos ningún caso de coronavirus', puntualizó Madrigal.
La movilidad en las poblaciones indígenas se regula por medio de la medida del pico y cédula decretada desde la Gobernación de Córdoba
Hasta la fecha en este departamento se han registrado 32 casos positivos, de los cuales 3 han muerto, y 14 se han recuperado.