Abandonar la armonía en los valles fértiles del Alto Sinú, hogar de más de 5 mil indígenas embera katío no debió ser fácil, como tampoco dejar de labrar la tierra en la que han sobrevivido.
No obstante este es el panorama de la etnia acosada por la inseguridad y las intimidaciones de grupos armados que buscan el control de las economías ilegales en los territorios del sur de Córdoba.
Esta zozobra los llevó a recorrer el pasado 20 de abril 90 kilómetros en buses hasta el parque central de Montería, donde permanecen, porque aseguran que no tienen garantías para permanecer en su propia tierra, la de sus ancestros.
Son 600 pobladores, entre campesinos e indígenas, los que permanecen en el parque central de la capital de Córdoba a la espera de que el Estado les garantice seguridad.
Triste panorama
Los líderes denuncian frecuentes sobrevuelos, enfrentamientos, bombardeos e intimidaciones que han alterado el normal desarrollo de la cotidianidad del resguardo.
'No podemos salir a cazar, pescar, cosechar nuestros alimentos, porque corremos el riesgo de ser agredidos por los grupos armados, e incluso por la fuerza pública', denuncia David Bailarín Domicó, uno de los líderes de los Cabildos Mayores del Río Sinú y Río Verde, quien hace parte de los indígenas desplazados.