Con la puesta en funcionamiento del acueducto regional se acabaron las largas filas en las represas y las correndillas detrás de los camiones cisterna en los corregimientos de San Isidro y San Anterito.
La obra, que tuvo una inversión de $12 mil millones de pesos, beneficia también a las veredas Galilea, Los Moncholos, Nuevo Paraíso, Gran Esfuerzo, El Congo, Nueva Ola y Salamina.
En total son más de 5 mil personas que anteriormente se abastecían de agua por medio de dos represas que se secan en verano, pero ahora podrán calmar la sed con tan solo abrir el grifo en sus viviendas.