Aunque la jornada electoral transcurrió con total normalidad, de acuerdo a lo que han dicho las autoridades locales de los distintos departamentos y municipios, y hasta el propio presidente Gustavo Petro, no ocurrió lo mismo en Chinú, Córdoba.
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Una asonada fue lo que vivió la población cordobesa una vez se conocieron los resultados electorales en los que escogieron alcalde, concejales, gobernador y diputados a la Asamblea departamental.
Al Ejército le tocó intervenir para apaciguar los desmanes desatados en el municipio por una turba inconforme con los resultados que le dieron la victoria a Roberto Ramírez Trujillo con el 54,96 % de los votos (16.810).
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Su contrincante más cercano, de los cinco candidatos que se disputaban la Alcaldía, fue Edelberto Cabrales Otero al que los 12.877 (42,10 5%) no le alcanzaron para hacerse con el cargo más importante de Chinú.
Las autoridades locales desde tempranas horas ya habían dado la alerta sobre una posible asonada, por lo que estaban expectante de una alteración de orden público que pasó a mayores.
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Tanto que la misma sede de la Registraduría Nacional resultó quemada por los manifestantes, tal como paso en Gamarra, Cesar, donde la sede de la misma entidad fue incendiada un día antes de los comicios locales.
Hasta el momento se desconoce si producto de la asonada resultaron personas heridas o si se causaron otros daños en el municipio cordobés.
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