Tres presuntos integrantes del Clan del Golfo, entre ellos una mujer, fueron capturados por unidades del Gaula Militar Sinú en desarrollo de una operación antiextorsión que se produjo en la zona rural de la ciudad de Montería.
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En la acción operativa que se llevó a cabo en la vereda Cucharal, corregimiento de Santa Lucía, también participaron unidades de la Sijin de la Policía Nacional que hicieron efectiva las órdenes de captura expedidas en contra de los presuntos integrantes del Clan del Golfo por los delitos de extorsión agravada, fabricación, tráfico o porte de armas de fuego y municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos.
Las capturas de los alias ‘Chapa’, ‘Arnovis’ y ‘Melisa’, señalados de integrar la subestructura Zuley Guerra Castro, del Clan del Golfo, fueron logradas a través de dos diligencias de registro y allanamiento en las que incautaron un chaleco multipropósito camuflado, proveedores y municiones calibre 5.56 mm, 3 radios de comunicaciones, 5 libretas (entre cartillas y manuales de este grupo armado) 3 informes de cobro de extorsiones, 2 nóminas de la subestructura y más de un millón de pesos en efectivo.
“De acuerdo con la información aportada por la inteligencia militar, alias Chapa fungía como cabecilla de zona y sería responsable del cobro de extorsiones a los ganaderos, comerciantes y entidades públicas y privadas en el corregimiento de Santa Lucía y el área urbana del municipio de Montería, con el fin de incrementar las finanzas de la organización criminal. Adicionalmente, se encargaría de realizar los homicidios selectivos de quienes incumplieran con las exigencias impuestas por esta subestructura delictiva”, reportó la Décima Primera Brigada del Ejército.
Además anotan que este sujeto tendría bajo su mando a 12 integrantes de la organización que cumplían diferentes funciones, como el cobro de extorsiones, seguridad personal y asesinatos.
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Alias ‘Melisa’ era cabecilla financiera y tendría la responsabilidad de recolectar el dinero producto de vacunas y los cobros extorsivos que realizaban a los gremios del sector, y ' Arnovis’ sería el coordinador de los observadores criminales o puntos, que les suministraban la información que obtenían tras intimidar a sus víctimas para que accedieran al pago de cuotas extorsivas. Percibían más de 40 millones de pesos mensuales con el desarrollo de esta actividad ilegal.
