El dragoneante del Inpec Richard José Hernández Arroyo, asesinado la noche del lunes 5 de Agosto en el barrio Finzenú, de la ciudad de Montería, había recibido amenazas por parte de un recluso de la Cárcel Las Mercedes, donde este laboraba.
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El caso que había sido denunciado por Hernández Arroyo se derivó luego de que este, en cumplimiento de su labor dentro del penal, descubriera que uno de sus compañeros de trabajo -- también dragoneante-- en un turno de las 2:00 de la tarde pretendió ingresar a la cárcel tres teléfonos celulares adheridos en sus piernas con cinta pegante y que serían para el recluso que posteriormente lo amenazó.
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El hecho se registró el 21 de junio del año en curso y desde entonces el dragoneante que incurrió en el acto ilícito fue judicializado y enviado a prisión.
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Esta es una de las principales hipótesis sobre la que trabajan las autoridades en la ciudad de Montería con el fin de esclarecer los responsables del crimen del hombre que llevaba 15 de sus 35 años de vida laborando en el Inpec.
Su crimen, con arma de fuego, ocurrió la noche del lunes 5 de Agosto cuando iba en su motocicleta camino a su casa en el barrio La Victoria, de Montería. Era nativo de la ciudad de Sincelejo donde inicialmente laboraba en la cárcel La Vega.
