La ofensiva contra la criminalidad y protección de niños, niñas y adolescentes en el área metropolitana de Montería permitió la aprehensión, en los primeros 7 meses de este 2024, de 35 abusadores sexuales.
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Cuatro de estos fueron detenidos en el mes de julio y cobijados con medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento carcelario por estar incursos en la comisión de actos sexuales abusivos con menores de 14 años, cuyas víctimas tenían entre 3 y 13 años.
El comandante de la Policía Metropolitana de Montería, coronel Carlos García, indicó que “el análisis de las capturas revela que los agresores sexuales no siempre se encuentran en la calle; en muchas ocasiones, están dentro del hogar. El 63 % de los casos de abuso sexual tienen como común denominador que el agresor tiene un vínculo familiar con la víctima”.
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Reveló además que entre los 35 capturados de este año hay 8 padrastros, 3 tíos, 4 abuelos y 3 personas cercanas a la familia (padrinos y amigos).
El oficial le hizo un llamado a los padres y tutores para que estén atentos a las señales de advertencia que los niños pueden mostrar, como cambios en el comportamiento o manifestaciones de incomodidad hacia determinadas personas. “La protección de los menores comienza en casa, y cada gesto de atención puede marcar una gran diferencia”.
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Si es víctima o conoce un delito sexual, denuncie ante la Fiscalía General de la Nación. No requiere abogado y puede hacerlo de manera verbal o escrita. La Fiscalía cuenta con los Centros de Atención Integral a las Víctimas de Abuso Sexual (CAIVAS), donde puede recibir ayuda psicológica, social, jurídica y médica. También puede denunciar en las Unidades de Reacción Inmediata (URI), los Centros de Atención a Víctimas y las Casas de Justicia.
Si no puede acudir a la Fiscalía, acuda a la Policía Nacional, a la comisaría o a la defensoría de familia para recibir orientación. Las víctimas de violencia sexual tienen derecho a atención médica urgente, sin importar el tiempo transcurrido desde la agresión o si hay denuncia. Diríjase a un centro médico u hospital y relate lo ocurrido; allí le ayudarán y avisarán a la Fiscalía.
