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Evitar que los festivales y las fiestas del Caribe se conviertan en ‘parrandas’ y plataformas de publicidad de las empresas licoreras, es la gran necesidad de estos espacios de integración popular que se dan cita desde el pasado jueves en el marco del sexto Mercado Cultural del Caribe (MCC) que se desarrolla por estos días en Cartagena.

Así lo confirmaron ponentes y asistentes al panel ‘Fiestas, festivales, Patrimonio y Comercialización’, que abrió ayer la franja académicas del MCC en la institución universitaria Bellas Artes.

Liderados por la antropóloga Gloria Triana; la directora del programa de concertación del Ministerio de Cultura, Nidia Neira; y la investigadora y exdirectora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, Gina Ruz; los asistentes al espacio académico marcaron como tareas y retos urgentes para los festivales, ferias y fiestas del Caribe: impulsar el diseño de políticas públicas que no dejen al vaivén de las administraciones locales el destino de estas fiestas populares, exigir mayor inversión estatal y aplicar procesos formativos en torno a estas celebraciones.

'Nuestros festivales se están acabando, y con ella nuestras verdaderas tradiciones y representaciones culturales. Ahora los que dan la plata mandan, y muchas de estas fiestas lo que son es una apología al licor', señaló Erundina Illidge de Pérez, asistente al evento y representante de los Carnavales de Riohacha.

En este panel, también se cuestionó la labor del Ministerio de Cultura y su apoyo a grandes eventos, que en muchas ocasiones, poco tienen que ver con las manifestaciones del patrimonio intangible de una región.

Ante estos cuestionamientos, la representante del Ministerio explicó que grandes y pequeños eventos deben participar por igual en las convocatorias públicas para que se les adjudique recursos. 'Desde hace algunos años nos hemos preocupado mucho porque los grandes eventos no anulen a los pequeños, y por eso buscamos que cada espacio tengo su dinámica, su reconocimiento y su propia realización', señaló Neira.