Compartir:

Se abre el telón para dar inicio a los preparativos por el centenario del nacimiento del maestro de maestros, José Benito Barros, creador de cientos de composiciones del cancionero popular colombiano. Barros Palomino nació en El Banco, Magdalena, el 21 de marzo de 1915. Desde allí exaltó la cumbia y las raíces vernáculas del folclor colombiano. Escribió canciones en tiempo de bolero, currulao, vallenato, pasillo, cumbia. Recordado también como creador del Festival de la Cumbia, para apoyar a los compositores musicales y a los exponentes dancísticos. Murió el 12 de mayo de 2007. El Parque Cultural del Caribe en asocio con FestiCumbia Fundación José Barros diseñan el programa para festejar el próximo año el centenario de su natalicio con la ilusión de que el Ministerio de Cultura declare al 2015 el Año de José Barros Palomino, como en su momento lo hizo con el maestro Lucho Bermúdez, también orgullo cultural nacional.

Hace ya ocho años que partió a navegar en otra dimensión el creador de la más bella cumbia colombiana: La piragua. Benito, como le llamaban sus amigos cercanos, falleció la madrugada del 12 de mayo de 2007 en Santa Marta a la edad de 92 años, había nacido el 15 de marzo de 1915, en El Banco (Magdalena), o sea que el próximo año debemos celebrar con tambora, guache y llamador el centenario del natalicio del Gran Cantor del Río. En la discografía universal encontramos muchas versiones internacionales de la simbólica Piragua de Guillermo Cubillos, como la amerengada del cantante dominicano Johnny Ventura, la salseada de la orquesta venezolana Dimensión Latina y la timbeada de Manolito y su Trabuco.

La historiografía señala que en 1962, José Barros terminó de escribir La piragua en una cafetería-bar que quedaba al lado de la Emisora Nuevo Mundo, de Bogotá. En varias ocasiones señaló José Benito que 'La piragua nació al ver que El Banco no tenía una canción que lo identificara. Esa letra tenía que ser una letra romántica, bonita, histórica. Entonces me acordé de una historia que sucedió en El Banco con un señor cachaco, llamado Guillermo Cubillos'.

Cientos de anécdotas se tejen alrededor de La piragua, desde su creación, pasando por su grabación y difusión por todo el mundo hasta los comentarios al final de los días del maestro Barros, cuando decía que él no había hecho la piragua de Guillermo Cubillos, precisando que no era carpintero. 'Anécdotas en la vida mía hay muchas, pero hay una muy curiosa. Se trata de La piragua, cierta fábrica de discos me pidió que le hiciera un par de canciones para concursar internacionalmente. Le dije al director artístico que le recomendaba La piragua. Al mes fui a visitarlo y me salió con el cuento de que eso no sirve porque es muy poético. Queremos algo folclórico. Recogí la canción. Unos amigos vallenatos la grabaron y cuando Hernán Restrepo oyó la canción dijo ‘este es el hit mundial’. Salió La piragua y causó un impacto nacional e internacional'.

'La piragua, una cumbia que tiene esa combinación de las etnias que conforman nuestra raza cósmica (...) al combinarlos se siente la esencia de aquello que es anfibio'. Orlando Fals Borda

Con emoción recuerda el cantante colombiano Gabriel Romero cómo llegó a sus manos la letra de La piragua. 'Me le acerqué y le dije: Maestro, quiero grabar unas cumbias.

Me respondió: ‘Casualmente tengo una canción que se le ha mandado a todo el mundo. Pero son unos sordos que no la han querido grabar. La canción se llama La piragua.

Coge papel y lápiz para que la copies’, y con una guitarra me la entonó. ‘Si la vas a grabar recógela en Codiscos, que es la última casa donde le he mandado’. Me fui a Sonolux y me encontré con un pelaíto arreglista, Juan Carlos Montoya. Estaba haciendo lo inusual. Una canción de peso había que dársela a un arreglista de gran talla. Grabamos la canción y se convirtió en éxito'.

La piragua es una canción que hace parte de la vida familiar de los colombianos, como lo recuerdan el cantante samario Carlos Vives y el compositor y productor musical paisa Luis Fernando Franco.

Carlos Vives: La piragua está en el disco El Amor de mi tierra. Es un clásico. Es de esas primeras canciones que le enseñan a uno en la casa. Luis Fernando Franco: En mi familia siempre había músicos, mi mamá, los tíos. Recuerdo con mi mamá tocando tiple y de pronto, aprendiendo a puntear algunas cositas como La piragua.

El maestro Francisco Zumaqué, con toda la gracia costeña, recuerda cómo surgió el famoso Pedro Albundia. 'Quedaba la Nueva Mundo y justo al lado había una cafetería que le decían Orines Hilton por su peculiar olor. Era un lugar con mesitas y allí contrataban a los músicos. Un día presencié que estaban varios personajes, ellos compartían las composiciones. El maestro pidió un apellido que rimara con cumbia quiero que se llame Pedro… y comenzaron a inventar y se reían hasta que de algún lado apareció el apellido Albundia porque alguien lo relacionó con albóndiga. Era una cosa loca. Allí nacían las canciones. Era un hervidero de creatividad. Increíble'.

Haciendo gala de su humor, anotaba José Benito que 'La Academia de la Historia ha buscado el apellido Albundia en diccionarios y tratados históricos. Entonces les contesté ‘lo que pasa es que en la Costa todo el mundo tiene un sobrenombre, un apodo, y Albundia seguramente no es el apellido, sino un apodo. Le decían el Negro Pedro Albundia. Fue un apodo que le pusieron a ese negro en Chimichagua'.

En 1976, el cineasta Jorge Gaitán realizó el cortometraje La leyenda de La piragua, con música de Daniel Moncada, lo que evoca reflexivamente el connotado pianista y compositor: 'En esa época se avivaba un interés por nuestra cinematografía nacional y hubo ciertos incentivos. En uno de esos proyectos estuve con el director Jorge Gaitán, me propuso que hiciera la música para un documental titulado La leyenda de La piragua. Este documental quizás fue el primero que reconoció la obra del maestro Barros. Lo grabamos con la orquesta Filarmónica de Bogotá. Fue un bello documental'.