Ayer el despertar de los habitantes de El Banco fue alegre, el brillo que había en los ojos de sus habitantes denotaba felicidad. El alborozo era general, el delirio por el esperado día era evidente. El pueblo no era el mismo, las canoas mostraban un colorido singular y hasta el río parecía estar extasiado por tanto júbilo.
Y no era para menos, al hijo más querido de la comarca, al más prolijo de los compositores del país, al que hizo de su vida una poesía y el que hace ocho años eternizó su sueño, José Benito Barros Palomino, le rendían honores por el centenario de su natalicio.
Sus canciones se escucharon desde tempranas horas de ayer en diferentes puntos de la localidad. La Piragua,
Navidad Negra, Momposina, El Gallo Tuerto, El Pescador y Las Pilanderas, entre otras piezas musicales, eran cantadas por unos, silbadas por otros.
En las casas, carros y hasta en moto, las canciones, retumbaban con eco infinito salidas de los parlantes de los equipos de sonidos.'A un pueblo que canta, lo ama Dios', dijo Efraín Corredor, un patriarca del municipio.
A pesar de las gotas de lluvia de la tarde, el entusiasmo y espíritu alegre se mantuvo entre niños, jóvenes y adultos. El busto con la imagen del Gran Cantor de Río, ubicado en la Plazoleta de la catedral fue el sitio más visitado.
La escultura, elaborada por el artista Óscar Luis Noriega, estaba lista para su develación, acto que presidió la ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba, en compañía de familiares del compositor y las principales autoridades del municipio. Los habitantes se sintieron complacidos por esta obra. 'Es un motivo de orgullo que se ubique la imagen del maestro en esta zona del pueblo, ya que debe servir para incentivar a toda la población y que la niñez conozca a un hijo ilustre que nació en estas tierras hace 100 años', expresó el banqueño Walter Romero.
En el salón de eventos de la Alcaldía Municipal se realizó el conversatorio ‘José Barros, 100 años del Cantor del Río’, liderado por Rafael Bassi, Andrés Campo y Joce Daniells, investigadores de la trayectoria y legado del compositor magdalenense.
Durante el evento, que contó con una masiva participación de estudiantes y cultores se propuso realizar una cátedra en nombre del autor de La Piragua, para que se implante en las escuelas y colegios de El Banco.
El cierre de las actividades en tributo al centenario del natalicio de José Barros Palomino se cumplió en el estadio de fútbol San Mateo, lugar al que se volcaron los banqueños para presenciar el espectáculo musical de cantantes como Toto La Momposina, María Mulata, Ana Cecilia Almanza, entre otros, quienes interpretaron los temas representativos del insigne maestro.