Remedios Moscote es la hija menor, casi una niña, de Apolinar. De ella se enamora Aureliano Buendía (el coronel), pudiendo haber escogido entre las restantes seis hijas mayores del Corregidor. Incluso, sus familiares la tuvieron que poner 'a orinar en ladrillos calientes para corregirle el hábito de mojar la cama'. Pero desde el mismo momento en que se realiza la ceremonia nupcial, oficiada por el padre Nicanor Reyna, traído de la ciénaga, Remedios saca a relucir una madurez y un equilibrio que dejan asombrados a todos.
Tiempo después, Remedios Moscote muere 'envenenada por su propia sangre con un par de gemelos atravesados en el vientre'. Y su fallecimiento inesperado va a ser una piedra caliente de remordimiento en la mente de Amaranta, pues ella estaba deseando, con todas sus fuerzas, que algo grave sucediera para impedir o, por lo menos, posponer el matrimonio de Rebeca con Pietro Crespi.
A Aureliano Buendía, después de sus relaciones con Pilar Ternera, con la que tiene a Aureliano José, y del sufrimiento de haber perdido a Remedios, solo le queda refugiarse en sus correrías de guerra, en medio de las cuales tuvo relaciones furtivas con distintas mujeres que dieron a luz a los 17 Aurelianos.