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Volver, la canción de Carlos Gardel, se baila en la noche barranquillera al compás de los pasos de Susana Pedrozo y Juan Pablo Méndez, quienes enseñan a bailar el género en la ciudad. Curiosamente el tema cumple ochenta años desde que fue grabado, en el mismo año en que el intérprete argentino falleció trágicamente en Medellín.

'En Barranquilla el Carnaval acapara toda la atención, sin embargo en restaurantes, clubes, presentaciones privadas y academias se enseña tango', cuenta Pedrozo, quien aprendió del género por su esposo Juan Pablo Méndez, bogotano y profesional en artes escénicas, igual que ella.

'En Colombia las ciudades ‘tangueras’ por excelencia son Medellín –una de las primeras abanderadas del género–, Bogotá, Manizales, Cali y últimamente ha tomado fuerza en Bucaramanga’’, comenta Méndez.

Esta pareja convoca en las noches a aficionados del género en la ciudad que se reúnen a bailar en el Colegio Italiano Galileo Galilei. Temas de Gardel como Volver, Cuesta abajo, Adiós a los muchachos son escuchadas durante las sesiones en versiones contemporáneas o con mezclas modernas, como las hechas por Adriana Varela o el grupo argentino Alter Tango.

'Bailar los clásicos de Gardel es complicado porque en la época en que él tocaba y cantaba tango, las canciones no se hacían propiamente para bailar', explica el docente de artes escénicas y danza, aclarando que para los aprendices los temas del músico argentino son un paso 'obligatorio', para empaparse de la esencia y la historia de esta música.

En academias de danza y entidades como el Centro Cultural Cayena de la Universidad del Norte también generan espacios para enseñar la danza proveniente del Río de la Plata.

En Argentina. La tumba de Carlos Gardel, en Buenos Aires, se convirtió ayer en lugar de concentración para los amantes del tango por el aniversario de su muerte.

Los homenajes se realizaron de diversas formas, desde muestras fotográficas y charlas, hasta la edición de un disco con versiones de sus temas.