El 9 de julio de 2011 los amantes de la música y de las buenas letras lamentaron la partida de un hombre que no fue de aquí, ni de allá, y que al tiempo fue de todas partes. Ese día, Facundo Cabral fue víctima fatal de unos sicarios en Guatemala, que lo confundieron con el empresario que lo acompañaba, quien tenía nexos con el narcotráfico.
La historia de Cabral no pudo estar más teñida de dificultades y de encontronazos de golpe contra la ‘pared’ de la realidad.
Algo de su infancia. En una calle de la ciudad de La Plata nació Facundo, y un día antes de este evento, su padre dejó el hogar –del que hacían parte su mamá, él y seis hermanos–. Tiempo después, la familia emigró a Ushuaia (Tierra del Fuego, al sur de Argentina).
A sus 9 años, se fue de la casa y duró desaparecido por espacio de cuatro meses, en los que se aventuró hacia Buenos Aires, movido por la ilusión de que allí conocería al entonces presidente argentino Juan Domingo Perón, con la idea de que el mandatario podía otorgarle un trabajo que le permitiera producir algo de dinero y aportar a los gastos de su hogar.
Cuando, por cosas del azar, se enteró que Perón estaría en La Plata al día siguiente, viajó hasta allá y esperó paciente la oportunidad de ‘cruzar’ palabra con el presidente. Tras lograr el encuentro con el mandatario y su esposa Eva, el pequeño Rodolfo Enrique –nombre registrado de Facundo– logró ‘laburo’ para su madre luego de preguntar a Perón si 'había trabajo'.
Trayectoria musical. 'Empecé a cantar con los paisanos, con la familia Techeiro, en Tandil. El 24 de febrero de 1954, un vagabundo me recitó el sermón de la montaña y descubrí que estaba naciendo. Corrí a escribir una canción de cuna, Vuele bajo, y empezó todo', expresó alguna vez Cabral. Influenciado por el poeta argentino Atahualpa Yupanqui y José Larralde ‘El Pampa’, hizo sus primeras presentaciones en compañía de su guitarra, como ‘El Indio Gasparino ’.
Aunque sus primeras grabaciones no tuvieron tanto éxito, en 1970, grabó ‘No soy de aquí ni soy de allá’, tema que lo catapultó al éxito. A partir de entonces, empezó a ser conocido alrededor del mundo, cantó en nueve idiomas y se convirtió en uno de los cantautores latinoamericanos con más corazón.