Un mural que mide 46 metros de largo por 7 de ancho dibuja a blanco, negro y a color la idea que tuvo la barranquillera Yaffa Schmulson -de nombre artístico Fayastata- de hacer un homenaje a la mujer como fuente de vida.
'La obra nació con la intención de impulsar los derechos de la mujer, y a su vez mostrar cómo crece y cómo se empodera a nivel social y cultural en el mundo', dice Fayastata, quien en un principio junto a Rafael Matos -de nombre artístico Matos One-, decidió escoger a la primera mujer médico que tuvo Barranquilla y pintarla 'en grande'.
Se trata de la doctora Liuba Schmulson, quien fue la fundadora del programa de Dieta y Nutrición de la Universidad del Atlántico y bisabuela paterna de Fayastata. 'Con ella quisimos darle vida y color a la feminidad. La mujer da vida y color y al tiempo es vida, porque ella en sí misma es creación', manifiesta la artista de 24 años.
El rostro de la doctora Schmulson les dio la inspiración para continuar el mural que hoy colorea el tramo de la Vía 40 entre carreras 64 y 67. 'Pensamos que el mural debía evocar vida, creación y felicidad; entonces llegamos a la conclusión de hacer animales que no fueran los típicos a los que estamos acostumbrados, sino unos con mucho color y vida; precisamente para darle sentido a la vida de quienes se bajan en la parada de bus que allí se ubica', dice Fayastata.
La obra tardó casi dos meses en estar lista, según dice la artista 'trabajamos en el mural por puro amor al arte'.
Los artistas de la calle comenzaron su pintura -que no tiene nombre porque ellos prefirieron dejarle eso a los espectadores- a principios de mayo y terminaron la obra a mediados de junio de 2015.
En palabras de Fayastata, quien es licenciada en Pedagogía Infantil de la Universidad del Norte, 'la primera y la mejor forma como uno se puede comunicar libremente es a través del arte. Según las emociones uno puede interpretar el arte'.