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En el claustro de La Merced, ubicado en la ciudad amurallada de Cartagena, reposarán por las cenizas del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.

Por esta razón, la Universidad de Cartagena destinará entre 450 y 500 millones de pesos para la adecuación del lugar, que honrará el acontecimiento histórico.

La inversión cobijará la reparación del piso, del tejado, de las vigas de sostenimiento y la adecuación de la zona central, donde estará un busto del escritor de Aracataca.

Iniciativa en marcha. El proyecto ya fue aprobado por la esposa del Nobel, Mercedes Barcha, y será presentado ante el Consejo Académico el próximo 2 de septiembre, y luego ante el Consejo Superior, completando el trámite exigido para acometer los trabajos de recuperación.

El rector de la Unicartagena, Édgar Parra, dijo que el proyecto contempla la fijación de un busto en bronce, diseño arquitectónico, ornamentación, iluminación y arborización, 'para crear un espacio idóneo que permita su exposición y visita'.

Parra también aseguró que para la institución académica traer las cenizas de Gabo es la oportunidad, no solo de ofrecer a la ciudad y al país un espacio de exaltación de la obra del autor de Cien años de soledad, sino también de crear una cátedra en su honor.

El académico añadió que una comisión integrada por vicerrectores y decanos trabaja en la propuesta de adecuación del patio principal del claustro.

Apertura al lugar. Se estima que la inauguración de dicho homenaje póstumo a Gabo sea el 12 de diciembre de este año.

Actualmente, en el claustro de La Merced funcionan dependencias de la Universidad de Cartagena. Sus aulas se destinan a la formación de posgrados y allí se encuentran el Instituto Internacional de Estudios del Caribe, el Instituto de Política Públicas, Regional y de Gobierno, la Vicerrectoría de Investigaciones, el Centro de Posgrado y el Observatorio Financiero.

Para el gobernador de Cartagena, Juan Carlos Gossaín, y el rector Édgar Parra, Gabriel García Márquez siempre mantuvo una estrecha relación con esta institución universitaria, luego de los incidentes del nueve de abril de 1948, cuando se decidió trasladarse de Bogotá hacia Cartagena para continuar con sus estudios profesionales, en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.