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La edición que contiene la obra completa de Álvaro Cepeda Samudio, que bien podría ser considerada el acontecimiento bibliográfico más grande que se ha dado en el Caribe colombiano y en toda la Nación en lo que va de 2015, culmina hoy su recorrido de presentación al público de la región.

Por Cartagena, Santa Marta y Barranquilla -donde fue presentado ayer, en el Auditorio Mario Santo Domingo, de la Aduana- ya pasó el libro que será lanzado hoy en Ciénaga Magdalena.

Tita Manotas, viuda de Cepeda, y Fabio Rodríguez Amaya, profesor de la Universidad de Bérgamo y coordinador científico de la edición crítica de la obra completa de Cepeda Samudio, encabezan la presentación de este texto en el que se encuentran la novela La casa grande y los libros de cuentos 'Todos estábamos a la espera' y 'Los cuentos de Juana'.

'Álvaro introdujo la literatura contemporánea del modernismo en Colombia. Él trajo al país el modernismo tanto literario como periodístico', afirma Tita Cepeda, quien asegura además que al escritor se le debe que la literatura nacional se haya universalizado.

El estilo de Cepeda Samudio, considerado por críticos y entendidos uno de los más sobrios y precisos del país, es también –según Tita Cepeda– uno de los más honestos en relación con la realidad que Colombia 'estaba o está viviendo'.

'Lo que él escribió estaba muy alejado de la historia oficial que se cuenta de Colombia; es algo más cercano a la verdadera realidad', precisa.

La edición especial. El trabajo de este libro, que tiene un total de 800 páginas, comenzó a finales de la década de los 70 , de la mano del investigador y crítico francés Jacques Gilard, quien en un principio tradujo La casa grande al francés –que fue publicada con éxito en Francia, en 1986– y publicó varios cuentos de Cepeda.

Fue en 1978 cuando Jacques Gilard hizo su primer viaje a Barranquilla y se encerró –casi de forma literal– a trabajar en los archivos del diario del Caribe, de EL HERALDO, de El Universal –entre otros– y haciendo la compilación del periodismo de Gabriel García Márquez, logró adentrarse en la literatura del Caribe.

Cuando terminó de publicar el periodismo completo de Gabo, empezó a trabajar en el periodismo juvenil de Cepeda Samudio, dando como resultado un ensayo magistral sobre la obra de Cepeda, que partía desde el primer texto que escribió en 1947.

A principios de los 80, Gilard le comentó a Fabio Rodríguez Amaya la idea de realizar una edición crítica de La casa grande, idea que Gilard comenzó a materializar en 2005.

Pero, tres años después de haberle dado rienda suelta a su propósito, el investigador francés murió y ahí fue cuando Rodríguez Amaya, nacido en Bogotá y residente en Italia, adoptó su proyecto literario y se comprometió con sacarlo adelante.

La idea inicial de Gilard de publicar una edición crítica de la novela de Cepeda se transformó en un libro que además entregara a los lectores la posibilidad de tener en un sólo texto toda la obra escrita por Cepeda Samudio.

Fueron 7 años enteros de trabajo, en los que 26 colaboradores –de 7 nacionalidades– escribieron ensayos especialmente para que fueran incluidos en esta edición de lujo.

Según Fabio Rodríguez Amaya, compilar la obra de Cepeda Samudio y publicar esta edición crítica 'ha sido un trabajo muy complicado y largo, pero muy emocionante'. El coordinador científico de este libro manifiesta que a través del mismo se puede 'restituir a Colombia la obra de un gran escritor, que nunca ha sido reconocido como tal, sino que ha sido más fruto de la leyenda, del personaje; quien fuera el miembro central del Grupo de Barranquilla'.

'El evento más feliz que le ha sucedido a Colombia en cinco siglos de literatura y cultura ha sido el gran aporte del Grupo de Barranquilla. Primero porque con ellos se verifica, no sólo la gran revolución técnica, temática, estilística, formal, sino que, sea Cepeda o García Márquez, nos ponen a dialogar con el mundo y nos ubican en él', sostiene Rodríguez Amaya.

Cepeda fue un escritor de grandes intuiciones. 'Tuvo la gran intuición de la renovación del cuento en Colombia, y lo hizo. Tuvo la intuición de la renovación de la narrativa y la novelística colombiana, y lo hizo', comenta Rodríguez acerca del escritor, que se adelantó y se anticipó a otros literatos como José Lezama Lima y Severo Sarduy y, además, incorporó en sus letras la experimentación de la novelística al usar elementos propios de la cultura popular.