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Una arepa frita ‘trifásica’, rellena de pedazos de madera, aros de metal y piedras, está servida en un plato blanco de cerámica. Esta es una de las 19 obras del artista venezolano Nelson González que hace parte de la exposición Net niet, una muestra que reflexiona sobre la cultura de Barranquilla y el Caribe colombiano.

De acuerdo con González, esta obra, titulada Concepto trifásico, se refiere a que en el Caribe, debido a los sistemas económicos y al Estado, se procesan 'cosas pesadas' que parecen lógicas al entorno. 'Trifásico, para mí, es un estado de algo que es difícil de digerir, así como las arepas que están rellenas de carne, cerdo y pollo', cuenta el artista, y continúa diciendo que '(...) así como se come pesado, en el Caribe procesamos cosas pesadas'.

Esta exposición, que se encuentra abierta al público en el centro cultural Museo del Atlántico hasta el 7 de julio, está conformada por 19 piezas y fue llevada a cabo después de un viaje exploratorio por lugares como San Basilio de Palenque, el Volcán del Totumo y Bocas de Ceniza.

González, quien nació en Maracaibo pero trabaja hace 17 años en Aruba –y por lo tanto llega a Colombia en representación de esta isla– cuenta que en el recorrido por los alrededores del Caribe colombiano logró hacer una recolección de materiales tales como pedazos de madera, de caucho y hasta concreto.

El artista Nelson González frente a la obra ‘Macro-economía’, que representa el caos y la contaminación del río Magdalena. Está exhibida en el Museo del Atlántico.

Con esto, y después de un proceso de investigación y reconocimiento del entorno, se generaron tres proyectos pilotos: una documentación fotográfica, la redacción de una obra literaria –que se trata de una ópera sobre El hombre caimán y que se está produciendo para presentarse en el próximo Carnaval– y finalmente y la exposición.

Otra de las obras que conforman Net niet, que del holandés al español se traduciría en‘ Por poco’, es una fuente de agua, casi seca, que contiene 100 trompos; algunos acostados, otros de pie, junto a letras en icopor que conforman la palabra ‘microeconomía’.

Esta pieza, que representa el caos y la contaminación del río Magdalena, según el artista, habla sobre el lavado del dinero, el procesamiento de la obra, el micro y macrovendedor.

'Lo que se quiere denotar es cómo diferentes elementos que giran en su propio eje, como un trompo, construyen un concepto macroeconómico. Por ejemplo, todos estos vendedores informales que vemos en el Centro son ‘micropartículas’ que conforman la economía', explica el artista.

Una escalera que en su parte de abajo es ancha y al ir subiendo sus peldaños se va haciendo más angosta es otra pieza de la muestra, que 'es como si vieras a Bocas de Ceniza desde la entrada hasta el final'. Esta lleva el nombre de Cinco pasos para llegar al trópico.

La exposición, que también incluye una instalación sobre el término ‘lea’, al que el artista considera un insulto para la mujer, hace parte de un programa de residencias artísticas internacionales de la fundación Divulgar, la cual se dedica a la producción y difusión del arte contemporáneo en el Caribe.

'No vine a Colombia a hacer una análisis psicológico, ni a criticar al sistema. Vine a crear piezas de arte contemporáneo que puedan servir como puente reflexivo para que ayude a la sociedad a interrelacionarse en a otros niveles de comunicación y a mostrar cómo la vista del extranjero siempre permite ver las cosas de una manera muy objetiva', concluye González.