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Con su arquitectura ecléctica rodeada de la verde arborización, el barrio El Prado se convierte en el reflejo de la historia urbanística de Barranquilla, la que vio su desarrollo venir entre las culturas de los inmigrantes que formaron la identidad costeña.

Ese recorrido del pasado a la modernidad quedó plasmado en el libro Memorias de El Prado, lanzado ayer en la Universidad del Norte.

Fotografías, documentos y mapas originales conforman el material gráfico de la obra, basada en un archivo personal de Karl C. Parrish donado a la institución. Los inicios de la prosperidad industrial y portuaria de la capital atlanticense no se pueden contar sin la referencia de ese empresario norteamericano, quien propuso construir una ciudad con el estilo estético de Europa y Estados Unidos, para los dirigentes de la época que podían costearla.

La obra es el resultado de una rigurosa investigación de ese material histórico que por años permaneció en cajas olvidadas en la biblioteca de la institución, y que fue recuperada por el rector Jesús Ferro Bayona y la docente Rossana Llanos, editores del libro; con el apoyo de un equipo de profesores de la Escuela de Arquitectura, Diseño y Urbanismo y del Departamento de Historia de Uninorte.

El libro pretende marcar un punto de partida para el estudio científico del surgimiento arquitectónico y urbanístico del barrio más emblemático de Barranquilla, según afirma Ferro. 'Parrish es quien está en el corazón de esta obra, si la miramos como la obra urbanística de Barranquilla', señaló el rector, y destacó la figura del fundador de Uninorte como un visionario que aportó al desarrollo de la ciudad.

Personajes, Urbanismo, Arquitectura, Un paseo por El Prado y Otras memorias son las partes en las que está dividido el archivo del barrio –desde 1920 hasta 1960- en el libro. En los capítulos se trata de explicar cómo surgió esta urbanización, qué significado tiene para la ciudad y por qué es importante que no se pierda su memoria.

'Lo importante del libro es que busca el sentido del barrio para la ciudad, y de entender un contexto que permitió construirla. La arquitectura de esos años, de la segunda y tercera década del siglo XXI, no encuentra un estilo único, es ecléctica porque la inmigración trajo imágenes de medio mundo, que fueron la base urbana', indicó Juan Carlos Pérgolis, participante de la investigación.